En 2022 la propuesta lanzada desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos profundizó sus acciones de marcación del espacio público en articulación con los diferentes niveles del Estado.
El Programa de Señalética de Marcas de Memoria, desarrollado por la Municipalidad de Rosario, a través de la Dirección General de Derechos Humanos y Memoria, de la Secretaría de Género y Derechos Humanos, ha logrado durante 2022 afianzar el trabajo colectivo con actores, grupos, organizaciones e instituciones protagonistas de los procesos de memorialización que se despliegan en el territorio, como también promover la articulación con los diferentes niveles y áreas del Estado con el fin de inscribir en el espacio público la historia de lucha por los derechos sociales, políticos y culturales de la ciudad.
Como parte de las actividades organizadas en conmemoración del Mes de la Memoria, fue señalizado un lugar que cumplió, en 1984, un rol fundamental para el proceso de memoria, verdad y justicia: la Conadep Rosario, en San Martín 1080.
En el ex Centro Cultural Bernardino Rivadavia, hoy Roberto Fontanarrosa, lugar donde funcionó la delegación local de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), una señalética cuenta sobre su trabajo de investigación de los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado que permitió la realización del juicio a las juntas militares en 1985.
La marca enlaza las memorias nacionales con las locales, al mismo tiempo que habilita un diálogo con las demandas del presente a través de la incorporación de la cifra 30.400, en la que se expresa el reclamo por las cerca de 400 denuncias realizadas ante la Conadep nacional por personas del colectivo LGBTIQ+ víctimas de la represión durante la última dictadura y que no fueron incluidas en el informe final.
En ese marco se llevó a cabo, junto con la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, la señalización de su fachada donde estuvo pintada en democracia la frase «Los romanos crean un desierto y lo llaman paz», símbolo de la resistencia de los docentes universitarios a la dictadura implantada tras el golpe de Estado de 1966.
La expresión corresponde al título de una solicitada publicada en el diario por los profesores renunciantes de Filosofía y Letras en rechazo a la represión y la intervención de las universidades públicas ordenada por el general Juan Carlos Onganía. La marca no sólo revaloriza ese gesto de resistencia de la comunidad universitaria sino que lo enlaza con las luchas que vinieron después y que han logrado invertir el sentido inicial del 24 de marzo de 1976.
Junto al Concejo Municipal se realizaron tres marcaciones durante el año 2022: el primer sitio contra la violencia institucional en memoria de Jonatan Herrera, la «Marcha por la vida y los derechos humanos» en plaza Pringles, y el homenaje a Ángel "Tacuarita" Brandazza.
La primera fue en barrio Tablada, en memoria del joven de 23 años asesinado por integrantes de las fuerzas de seguridad en el frente de su casa mientras lavaba el auto el 4 de enero de 2015.
La segunda recuerda la movilización convocada en 1982 por organismos de todo el país que exigían el fin de la dictadura militar, a 40 años de su realización.
Y en la tercera se señalizó la esquina de bulevar Oroño y Córdoba, lugar donde el militante peronista fue visto por última vez, así como la calle que lleva su nombre a 50 años de su secuestro y desaparición.
Por último, es importante destacar el acto de inauguración de 10 señaléticas bilingües en calles y pasajes de barrio Toba, resultado de un trabajo colaborativo con los estudiantes y docentes de las escuelas N° 1380 Roberto Fontanarrosa, N° 1333 Nueva Esperanza y N° 518 Carlos Fuentealba, y maestros de las comunidades originarias.
A partir de diferentes encuentros con las instituciones educativas se compartieron saberes y experiencias sobre la cultura qom y se conocieron los sentidos, significados y pronunciación que tienen los nombres otorgados a las calles y pasajes del barrio. Esto se volcó en los carteles con textos en qom y español que explican el significado y el valor simbólico, cultural y social que tienen los nombres elegidos por la comunidad.