La emblemática institución ubicada en la zona norte de Rosario ofrece a sus 9.000 socios múltiples actividades puertas adentro, basándose en el fuerte compromiso familiar a través del deporte.
Los registros marcan que nació el 21 de enero de 1931 bajo la denominación de Club Náutico Avellaneda. Posteriormente, según resolución de la Asamblea General del año 1932, se fusionó con el Club Sportivo Refinería Argentina. Y desde entonces pasó a llamarse Club Náutico Sportivo Avellaneda. Eso sí, la sede fundacional siempre se mantuvo en Pedro Tuella 952.
Crece en azul y blanco
Es uno de los espacios más destacados que brillan en la ciudad. El azul y blanco cuenta con un gran balcón al río. Tiene 500 metros de costa y un exclusivo espacio de pesca. Está anclado en un lugar naturalmente estratégico, conformado por siete hectáreas. Es un club modelo con ventana al río que crece a pasos agigantados.
En todo instante se respira un sano ambiente familiar. El club tiene como ADN la formación social basada en el deporte. Así lo ratificó la vicepresidenta Carla Camino, quien además lleva toda su vida defendiendo los colores albiazul.
“Integro la comisión directiva presidida por Pablo Creolani con el cargo de vicepresidenta”, apuntó Carla y aseguró: “En los últimos años el club tuvo un significativo crecimiento y eso está a la vista. La familia disfruta de este espacio durante todo el año realmente”.
Es que Náutico extendió el abanico de disciplinas y aumentó su masa societaria de manera permanente en los últimos años. El alza de los valores se centra en un plantel estratégico e interdisciplinario entre las diferentes áreas.
El club no solo apunta a pulir deportistas. También a inculcarles valores sociales y culturales. Que conserven y transmitan entre las generaciones el sentido de pertenencia, mientras disfrutan de un ámbito saludable en familia. “Queremos que la medalla lograda sea ganada por el respeto que muestran fuera de este espacio”, puntualizó Camino.
“Hay más de 20 disciplinas a disposición de los 9.000 socios. Tenemos un promedio de 2.000 deportistas en actividad cuando hace ocho años atrás apenas había 800. Al contar con múltiples espacios como lugares abiertos y cerrados podemos brindar todo tipo de especialidades”, abundó.
En lo personal, la dirigente tiene un fuerte vínculo con Náutico. Se crió en el barrio de Arroyito y su lugar en el mundo era el club. “Jugué al básquet acá. Lo hice desde la escuelita hasta llegar a la primera división. Además practicaba gimnasia deportiva, mientras que en 2020 hice maxi vóley”, comentó. “Me gustan todos los deportes, pero además hice zumba y gimnasia localizada”, dijo.
“Si bien luego me mudé a otra zona, lo cierto es que duré poco y regresé a Arroyito. Lo primero que hice fue volver al club, mi club”, remarcó con firmeza. “Mis hijos hacen natación y fue así que comencé a involucrarme con la subcomisión desde hace un par de años”, sostuvo.
Disciplinas para todos los gustos
“Como comisión fuimos ampliando las disciplinas en los últimos años. Focalizamos todos los niveles generacionales. La idea es que los socios disfruten de su espacio haciendo cualquieras de las múltiples actividades que ofrece la institución”, narró Carla con firmeza.
“Todo lo que un socio necesita lo encontrará acá. Al tener una amplia costa, la masa societaria practica casi todos los deportes náuticos, entre ellos laser y optimist, por citar algunos. A eso le sumamos las actividades de indor, ya que el club tiene infraestructura a techo cerrado donde se practica básquet de ambos sexos (participan en el torneo Federal), futsal (Rosarina), vóley (las chicas están en la Liga Nacional), gimnasia rítmica, tela, yoga y patín artístico, donde hay una representante que fue seleccionada para el Sudamericano, entre otros. Mientras que hace unos años se logró que todos los deportes puedan hacer la actividad física dentro del establecimiento”, indicó la directiva.
Otro de los ítems a destacar es que “desde hace poco más de tres años se puso en funcionamiento una escuela de habilidades motoras que nuclea a los chicos menores de cinco años, y consiste en iniciarlos a todas las actividades”.
“El proyecto es amplio e integrador porque está conectado desde la neurociencia. Es decir que va pasando por la disciplina inicial hasta llegar al deporte puntual y luego terminar en la tercera edad”, describió antes de resaltar que “las colonias de invierno y de verano son otro de los bastiones importantes de la gestión”.
Y agregó: “Además de las disciplinas a cielo abierto, entre ellas tenis, implementamos un taller de ajedrez. También es para remarcar no solo nuestra pileta olímpica (tiene 50 metros por 24) donde hay waterpolo y natación (las dos compiten), sino que además contamos con otro espejo de agua de tres andariveles, que se utiliza para aquagym y matronatación en un área puntual del edificio cerrado, ya que tiene mejores condiciones climáticas y las usuarias tienen todo el confort necesario”.
Dentro del plan igualitario sobresale la inclusión “del futsal femenino, que arrancó en 2020. Contamos con una gran respuesta de las chicas”, puntualizó la vicepresidenta.
“Mientras que hace unos meses abrimos el taller social, que es un área socioeducativa que apunta a resolver mediante un trabajo multidisciplinario con profesionales específicos los conflictos que puedan surgir en las distintas actividades como violencia, violencia de género o bulling”, confesó Carla. “El club apoya además a los deportes brindándole ciertos aportes económicos; además hay disciplinas que subsidian a otras, en clara demostración de apoyo mutuo y amor a la institución”
A todo este combo hay que sumarle que “nuestro club cuenta con caleta con capacidad para 150 embarcaciones. También contamos con una importante mutual”.
Los socios realizan deportes, pero el club les da la chance a aquellos que se profesionalizan para que luego sean profesores y entrenadores de las puntuales especialidades, lo que potencia aún más el vínculo interno y el sentido de pertenencia.
Remodelación edilicia
La pandemia frenó en 2020 la normal realización de los deportes, pero no impidió que la actual comisión directiva pusiera manos en torno a remodelar dos puntos neurálgicos puertas hacia adentro.
“Se aprovechó el cese de actividades para mejorar y pintar todos los parrilleros. También se levantó todo el suelo del camping, que cuenta con un espacio físico muy importante, para cambiar todo el cableado y la iluminaria. Se modernizó el área”, deslizó Carla. Náutico ofrece a sus socios dos tipos de bufet denominados La Gringa y Mach Point. El club tiene además dos concesiones puntuales: un restorán y un salón de fiestas.
Otras de las mejoras edilicias que se hicieron hace poco radican en refacciones y pinturas en otros ámbitos del amplio y pujante establecimiento, que tiene un total de siete hectáreas.
Proyectos a plasmar en breve
Camino explicó además: “Tenemos en mira ofrecer a corto plazo muchas cosas más, no solo desde lo deportivo. Una de ellas es la faceta cultural. Ya diseñamos un proyecto de apoyo escolar. Consiste en que los chicos y las chicas del club realicen la tarea del colegio en nuestro establecimiento mediante la supervisión de docentes. De esa manera los padres estarían un poco más descomprimidos, ya que el día a día consume mucho trabajo y tiempo para todos y todas”.
Otro de las iniciativas está dirigida esencialmente a las personas de la tercera edad. “Queremos que puedan hacer talleres de pintura. Que sigan ejercitando la creatividad mental como además que realicen movimientos desde la órbita física”, expresó con firme deseo de plasmar estos proyectos en un futuro cercano en un club pujante y modelo como es Náutico.