Así lo adelantó la fiscal Cristina Ferraro en la
audiencia preliminar realizada en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El
imputado tiene 43 años, sus iniciales son RAD y las víctimas son su expareja y
un amigo de la mujer.
La fiscal Cristina Ferraro solicitará una
pena de 23 años y seis meses de prisión para un hombre al que investigó como
autor de una tentativa de femicidio y de una tentativa de homicidio. Así lo
adelantó la funcionaria del MPA en una audiencia preliminar realizada ante el
juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Luis Octavio Silva, en los
tribunales de la ciudad de Santa Fe.
El acusado tiene 43 años y sus iniciales son
RAD. La acusación presentada por Ferraro es por la autoría de los delitos
de tentativa de homicidio calificado (por el vínculo y por ser perpetrado
por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género) en perjuicio
de su expareja, y tentativa de homicidio en perjuicio de un amigo de la mujer.
La fiscal también le atribuyó al hombre
investigado otros dos hechos ilícitos anteriores cometidos en perjuicio de su expareja
por los cuales le endilgó la autoría de los delitos de desobediencia de orden
judicial; amenazas simples y amenazas coactivas calificadas (por el uso de
arma).
Contexto de violencia de género
“La tentativa de femicidio y la tentativa de
homicidio que investigamos fueron cometidas el sábado 18 de mayo del año pasado
en la vía pública en inmediaciones de calle French, entre Ignacio Crespo y
Chiclana, en la zona norte de la ciudad de Santa Fe”, informó la fiscal.
“Minutos después de las 22:30, el acusado atacó con un arma blanca a su
expareja y a un amigo de ella. A la mujer le provocó una herida cortante
superficial en la pierna y escoriaciones en ambas manos, mientras que al hombre
le causó una herida cortante en el pecho”, precisó.
Ferraro explicó cómo se produjo el ataque e
hizo hincapié en que “fue en un contexto de violencia de género caracterizado
por violencia psicológica, física, amenazas y la clara consideración de su
expareja como un objeto de su propiedad”. En tal sentido, remarcó que “el
acusado y la mujer habían sido pareja durante 25 años y tienen cinco hijos en
común”.
“Por circunstancias ajenas a su voluntad, el
acusado no logró quitarle la vida a las dos víctimas. No obstante, de acuerdo a
la investigación que realizamos, es claro que intentó voluntariamente darle
muerte a las dos personas”, argumentó la fiscal.
En la vía pública
La fiscal del MPA recordó los hechos ilícitos
e indicó que “las dos víctimas circulaban en un automóvil, cuando el acusado
comenzó a perseguirlos en una moto y alcanzó a interceptarlos en el lugar en el
que los atacó”. Agregó que “para no chocar al acusado, el conductor del
vehículo frenó y se bajó, momento en el que fue atacado con el arma blanca”.
En relación a la mujer, Ferraro sostuvo que
“se quedó dentro del auto mientras intentaba llamar al 911. En esas
circunstancias, el acusado intentó clavarle el arma blanca en la cara y en el
cuerpo pero no lo logró a raíz de la resistencia de la propia víctima, de su
amigo y de personas que pasaban por el lugar”.
Hechos anteriores
“Antes de lo ocurrido el 18 de mayo, el
acusado fue autor de otros dos hechos punibles”, puntualizó la fiscal. “El
primero de ellos fue el domingo 17 de marzo en una vivienda de calle Cafferata
al 8.300, donde amenazó de muerte a su pareja cuando ella le pidió terminar la
relación sentimental que venían manteniendo. Además, agarró un machete con el
que amedrentó a la mujer y le impidió salir de la casa”, detalló.
El otro hecho ilícito ocurrió el lunes 6 de
mayo en inmediaciones de la escuela Juan de Garay, ubicada en la intersección
de la avenida Blas Parera y Ayacucho. “En el lugar estaba la expareja del
acusado, a quien le dijo que se llevaría los hijos de ambos y que no los
volvería a ver más”, relató la fiscal y añadió que “en esta oportunidad, ya
estaba debidamente notificada a favor de la víctima, una medida de distancia
que había sido dispuesta por el Tribunal Colegiado de Familia número 5, por lo
que la presencia del imputado configuró la comisión del delito de desobediencia
a una orden judicial”.
Pena
En relación a la pena solicitada, la fiscal
afirmó que “el acusado cometió un ataque cruento y sorpresivo para las dos
víctimas, que estaban disfrutando de una actividad de esparcimiento lejos de
prever la agresión y de provocarla”. Asimismo, argumentó que “tanto la mujer
como el hombre atacados estaban desprovistos de armas o elementos para
defenderse”.
Ferraro también sostuvo que “el horario en
que se cometió el ataque muestra a la nocturnidad como factor que traduce una
mayor peligrosidad en la conducta desplegada por el acusado. Además, el haber
acechado de ese modo a su expareja revela que el ataque fue planificado ya que
evidentemente estuvo previamente apostado en inmediaciones de su domicilio y al
verla retirarse en compañía de su amigo comenzó a perseguirlos para
interceptarlos a pocos metros para atacarlos a ambos”.
Por último, la fiscal concluyó que “el
acusado nunca se arrepintió de su accionar, lo cual evidencia aún más su
concepción machista y patriarcal respecto a su expareja. Además, atacó al amigo
de la mujer sin motivos para hacerlo, ya que no se conocían y no había relación
entre ellos”.
Juicio oral y público
Luego de la audiencia preliminar llevada a
cabo, el juez Silva deberá resolver lo planteado por las partes. Si entiende
que están dadas las condiciones, deberá dictar lo que se denomina auto de
apertura a juicio para que se programe el juicio oral y público.
Por su parte, la Oficina de Gestión Judicial
(OGJ) deberá sortear los integrantes del tribunal que, dado que hay un pedido
de pena de 23 años y seis meses de prisión, será pluripersonal. La dependencia
judicial se encargará además de fijar una fecha para el inicio del debate.