Los dueños de la empresa Marcos Pensato y María Laura
Ganzini, les impidieron el 10 de
diciembre pasado al personal el ingreso a sus lugares de trabajo y desde entonces se niegan a abonar los sueldos de diciembre, el
aguinaldo, las vacaciones y bonos, así como las indemnizaciones.
El cierre de la empresa había sido anunciado para el 31
de enero próximo, pero, de forma sorpresiva ayer, La Mar dejó de operar
definitivamente, dejando a sus 20 trabajadores sin su fuente laboral.
Gigliani señaló que “se ha convocado a los medios de
comunicación para visibilizar la situación y para darle a los afectados el acompañamiento institucional que se
merecen, a los efectos que las autoridades
específicas competentes intervengan en
el conflicto”.
Carlos Catalano, uno de los trabajadores despedidos con
trece años de antigüedad –tres años en negro-,
apuntó que “la empresa no tiene ningún contacto con nosotros. La dueña,
un día antes de asistir a la citación del Ministerio de Trabajo, se presentó para decir que no concurriría a
la audiencia debido a que su abogado no
estaría en la ciudad. Teniendo en cuenta los tiempos de la justicia, recién
logramos una nueva audiencia para el 28 de febrero”.
“Pensato y Ganzini nunca se hicieron responsables de los
despidos y ya tienen 17 juicios laborales, utilizando la misma metodología. No
se presentan y no pagan sus deudas. Estamos viviendo un calvario ya que la
decisión de cerrar fue letal para todos nosotros. Se nos va ser difícil armar
una cooperativa, ya que los dueños vaciaron la empresa para abrir otra en
Buenos Aires, en La Salada”, argumentó Catalano
Luego subrayó; “Un empresario serio apuesta al
mantenimiento de su empresa y no a autos
de alta gama y viajes al exterior. No tuvimos argumentos por el
cierre, realizado el sábado pasado bajo la lluvia y el domingo, oportunidad en
la que se llevaron todas las maquinarias”.
Diego Chiappe, otro de los despedidos recalcó: “Íbamos a
hacer una olla popular para manifestar nuestra grave situación en Pueblo
Esther, en Parque Vernaza, cerca de donde vive la dueña. María Laura Ganzini.
Con el dueño restante, Marcos Pensato, habrían tomado la decisión de cerrar
tras divorciarse. De esta manera se me
cierran 10 años de trabajo en la empresa”.
Paula Baglietto, otra de las afectadas, hizo hincapié en
que “todos los despedidos estaban
registrados y el sindicato que nos representa, el 18 de enero pasado no se hizo
presente en la convocatoria del
Ministerio de Trabajo”.
Los concejales y sus interlocutores dialogaron en torno a
las posibilidades de conformar una cooperativa y la edila Marina Magnani hizo
referencia a la posibilidad cierta de trabajar para lograr la inclusión de los
despedidos en el programa estatal que
brinda subsidios a quienes quedaron sin trabajo.
Finalmente, Pedro Salinas refirió que “los abogados de
los bloques del Concejo se han puesto a
disposición de los trabajadores para
asesorarlos”.