Otra vez el clima está jugando en contra de la producción
agropecuaria, la primavera se presenta particularmente seca, con heladas
tardías. Cabe destacar que los cultivos
de trigo y legumbres, están
atravesando el período crítico en malas condiciones, por lo tanto, esto
repercutirá negativamente en los rendimientos. También hay preocupación en el
atraso de la siembra de maíz, así como la producción de forrajes.
El contexto general de la actividad deja al descubierto
la complejidad del momento que estamos atravesando, ya que los precios futuros de los commodities agrícolas muestran a cosecha, una tendencia poco
favorable.
Hay mucha bronca ambiente productivo, por el constante incremento del gasoil, principal insumo del
agro, donde sabemos que más del 60 % del precio son impuestos. Las disparatadas
tasas de interés para capital de trabajo superior al 70% anual, la cual transforman
a esta herramienta productiva, en un salvavidas
de plomo.
Finalmente, Las
medidas adoptadas por el gobierno nacional al que acompañaron los gobiernos
provinciales y municipales se basan en buscar la salida más fácil, la cual es
arrebatar ingresos productores, en su mayoría pymes, que aportamos nuestro
esfuerzo desde siempre, invirtiendo en el país y padeciendo la falta de
infraestructura vial, portuaria y sometidos a un control sistemático y
permanente de todo tipo de ente burocrático.
Por lo expuesto, el agro no puede aportar más, el estado nacional, provincial y comunal,
deben bajar sus exorbitantes gastos para así, lograr el tan mentado equilibrio
fiscal.