La Agrupación H.I.J.O.S. Rosario realizó este sábado 13 de
octubre un escrache público hacia el genocida de la última dictadura militar,
Manuel Cunha Ferré en calle San Lorenzo al 1847 quien se encuentra con prisión
domiciliaria.
Numerosos militantes de Derechos Humanidades se congregaron
alrededor de las 18.30 Hs. en la puerta del represor de la última dictadura
militar con pancartas, banderas y con máscaras alusivas al “El Eternauta” cuyo
autor de las publicaciones era del desaparecido Héctor Germán Oesterheld, cuyo responsable
de la desaparición del escritor , entre otros delitos de lesa humanidad es el Ex
oficial de inteligencia del Ejército, procesado en el marco de la causa
Sheraton.
¿Quién es Manuel
Cunha Ferré?
Se trata del coronel
(RE) Manuel Antonio Luis Cunha Ferré, procesado por crímenes de lesa humanidad
cometidos en el centro clandestino de detención conocido como “Sheraton”, que
funcionó en la comisaría de la localidad bonaerense de Villa Insuperable
durante la última dictadura cívico militar. De esta forma, el Tribunal de
apelaciones ratificó la decisión que en primera instancia dictó el juez federal
Daniel Rafecas, según consignó el sitio Fiscales, dependiente de la Procuración
General de la Nación.
La decisión de los jueces se da en el marco de la investigación
por el homicidio agravado -por el concurso premeditado de dos o más personas-
de Carlos Alberto Hobert y Graciela María Maliandi, cometidos el 17 de
diciembre de 1976, durante un operativo ilegal en su vivienda de la localidad
bonaerense de Villa Bosch.
La defensa le había pedido a Rafecas que le concediera la
prisión domiciliaria al acusado en virtud de que había superado el límite de 70
años de edad previsto por el artículo 32° de la Ley 24.660, y padecía problemas
de salud. Pero el magistrado rechazó la solicitud “al considerar que, más allá
de su edad, su encarcelamiento en el complejo penitenciario (de Ezeiza) no
agrava su estado de salud ni genera un menoscabo ilegítimo a sus derechos”.
Cunha Ferré comenzará a ser juzgado a partir del 3 de agosto
por el Tribunal Oral Federal Número 1 de la Capital Federal en una causa en la
que también están imputados Rodolfo Enrique Godoy, Roberto Obdulio Godoy,
Leopoldo Luis Baume y Juan Alfredo Battafarano. Todos ellos están imputados por
los crímenes contra la humanidad que se perpetraron en el “Sheraton”, entre
diciembre de 1976 y abril de 1978.
En el 2017, la defensa le había pedido a Rafecas que le
concediera la prisión domiciliaria al acusado en virtud de que había superado
el límite de 70 años de edad previsto por el artículo 32° de la Ley 24.660, y
padecía problemas de salud.
Pero el magistrado rechazó la solicitud “al considerar que,
más allá de su edad, su encarcelamiento en el complejo penitenciario (de
Ezeiza) no agrava su estado de salud ni genera un menoscabo ilegítimo a sus
derechos”.
Cunha Ferré ya fue juzgado
por el Tribunal Oral Federal Número 1 de la Capital Federal en una causa
en la que también están imputados Rodolfo Enrique Godoy, Roberto Obdulio Godoy,
Leopoldo Luis Baume y Juan Alfredo Battafarano. Todos ellos están imputados por
los crímenes contra la humanidad que se perpetraron en el “Sheraton”, entre
diciembre de 1976 y abril de 1978.
En 2017 la Cámara de Casación Federal lo benefició
otorgándole prisión domiciliaria en su domicilio por su estado de salud.
Asimismo, Cunha Ferré se encuentra acusado por su
intervención como oficial de Inteligencia en la privación ilegal de la libertad
de catorce personas y la aplicación de tormentos a siete de ellas, las cuales
estuvieron cautivas en ese centro clandestino de detención, que operaba bajo la
órbita del Primer Cuerpo del Ejército
Argentino, Subzona 11, Área 114 a cargo del Grupo de
Artillería Nº 1 de Ciudadela.
Héctor Germán
Oesterheld
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Fotos: Jorge Díaz |
Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 23 de julio de 1919
– desaparecido por la última dictadura argentina en 19771 y asesinado por los
militares en 1978), fue un guionista de historietas y escritor argentino.
Escribió numerosos relatos breves de ciencia ficción y novelas, y publicó en
revistas como “Misterix”, “Hora Cero” y “Frontera”, siendo sus series más
conocidas Sargento Kirk, Bull Rocket y sobre todo El Eternauta, la que es
considerada su obra maestra.
La obra más temprana de Oesterheld, en la década de 1950 y
principios de los años ’60, contiene sutiles críticas al capitalismo, el
colonialismo y el imperialismo. A medida que transcurre la década su compromiso
político aumenta y su ideología se vuelve más fácilmente reconocible: realiza
junto a Alberto y Enrique Breccia una biografía en historieta sobre el Che
Guevara, Vida del Che, publicada en 1968 (tres meses después del asesinato del
último en Bolivia); la cual fue secuestrada y destruida por los censores de la
dictadura cívico-militar que gobernaba entonces.
Luego completa una nueva versión más políticamente cargada
de El Eternauta en 1969, con dibujos de Solano López, como en la obra original.
Su compromiso político aumenta aún más durante la década de
1970, lo cual se refleja tanto en su decisión de unirse a la agrupación
guerrillera Montoneros como en los guiones de sus últimas obras, destacándose
particularmente el caso de El Eternauta II (de nuevo ilustrada por Solano
López), la cual debió finalizar mientras se ocultaba en la clandestinidad. En
1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas durante la última dictadura
cívico-militar argentina y fue visto por última vez en un centro clandestino de
detención. Desde entonces pasó a formar parte de la lista de
detenidos-desaparecidos víctimas del terrorismo de Estado en Argentina.
El legado de Oesterheld es amplio: es uno de los artistas de
trayectoria más extensa de la historieta argentina, su influencia se extiende a
artistas de nuevas generaciones y diversos medios, y es considerado
informalmente como uno de los “padres” de la historieta argentina moderna.
La desaparición
Oesterheld pasó a la clandestinidad, desde donde finalizó el
guion de El Eternauta II. El 27 de abril de 1977 fue secuestrado por las
fuerzas armadas en La Plata, habiendo ya sido desaparecidas y asesinadas sus
cuatro hijas; Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18). Dos de
ellas estaban embarazadas. Se convirtió en uno de los miles de desaparecidos
durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.
También desaparecieron tres de sus yernos. Suele asegurarse
que su desaparición se debió al malestar que producía a los militares la
crítica social presente en toda su obra, su biografía del Che Guevara, al alto
compromiso político de la última parte de El Eternauta, a su militancia en
Montoneros o a una combinación de todos estos motivos, pero las causas reales
se desconocen, ya que la dictadura militar no celebraba juicios ni guardaba
registros de tales operaciones.
De su paso por centros clandestinos de detención como el
llamado «El Vesubio» entre noviembre de 1977 y enero de 1978 han quedado
testimonios:
También estuvo detenido en los centros clandestinos El
Vesubio y El Sheraton. No se conocen a ciencia cierta las circunstancias ni la
fecha precisa de la muerte de Oesterheld, aunque se supone que tuvo lugar en
1978.
La Fiscalía de Nuremberg, Alemania, investigó también el
secuestro y desaparición forzada en la Argentina de Héctor Oesterheld. Su caso
fue presentado por la Coalición contra la Impunidad en la Argentina, que en
2004 recibió el Premio de Solidaridad de Bremen, otorgado por el Senado de esa
ciudad hanseática. El premio fue recibido por el pastor Kuno Hauck y por Elsa
Sánchez, en representación de la Comisión de Familiares de los Desaparecidos y
asesinados alemanes o descendientes de alemanes en la Argentina.
En 2016 se publicó el libro Los Oesterheld de las
periodistas Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami, una biografía de la familia de
Oesterheld, sus cuatro hijas y su esposa, desde la época de los “años felices
en la casa de Beccar” hasta la de los secuestros y desapariciones. El mismo
año, también se colocó una baldosa con su nombre en la esquina de su casa en
Beccar, frente a la estación de ferrocarril.
Biografía: Wikipedia, Diario La Nación.