Este miércoles 31 de octubre a las 13, en el Salón Puerto Argentino, planta baja del Concejo Municipal, se llevará a cabo la ceremonia en cuyo transcurso se declarará artista distinguido de la ciudad a Miguel Angel “Tito” Gómez, en reconocimiento a su labor y trayectoria en el ámbito del teatro y del arte audiovisual. La autora de la iniciativa es la concejala justicialista Norma López.
En su proyecto, López señala que Miguel Ángel “Tito” Gómez, nacido en la ciudad de Rosario en el año 1949, es un actor con casi 40 años de experiencia en la actuación. Como cuentan sus allegados, antes de ser actor llevó adelante una vida plagada de anécdotas que luego le sirvió para la construcción de sus personajes: desde ser el dueño de un famoso hotel en la zona sur, pasando por ser vendedor de piletas y artículos del hogar hasta ser entrenador de básquet del Club Ciclón, en la zona sur de la ciudad.
En otro párrafo, destaca que a principios de los 80´, convencido de que su destino era el de ser actor, influenciado quizá por los actores de cine que durante toda su infancia y juventud había admirado y reverenciado, comienza a estudiar teatro con maestros como Félix Reinoso, David Edery y Mario Vidoletti, entre otros. Dueño de un gran carisma y un talento natural para la actuación, luego de estudiar actuación fue contactado por los nóveles directores de cine como Gustavo Postiglione, Héctor Molina, Maximiliano González, Verónica Rossi y Claudio Perrin, entre otros; siendo esto el comienzo de un camino que lo llevó a ser un icono dentro de las películas y producciones audiovisuales locales.
Gómez protagonizó una de las películas más importantes y renombradas de la ciudad, que obtuvo no sólo reconocimiento local, sino también nacional e internacional: “El Asadito” (1999), dirigida por Gustavo Postiglione.
Trabajó en otros 20 largometrajes de importancia para el cine nacional, como “Ilusión de Movimiento” (2001), “El Cumple” (2002), “Rosarigasinos” (2001), “La Soledad” (2007) y “Umbral” (2017), para nombrar algunos. Participó de más de 30
cortometrajes, en su mayoría producidos por estudiantes de cine, trabajos que aceptó siempre por camaradería y generosidad con los futuros cineastas de la ciudad.
Por su talento y trayectoria pudo abrirse camino a producciones de TV nacionales como “Mujeres Asesinas”, “Malparida”, “Para vestir santos” y producciones internacionales como “La Bella Otero”, producida por Cosmopolitan International.
Protagonizó la que probablemente haya sido la obra teatral más vista de la ciudad, con casi 10 años de cartel ininterrumpido: “Faldas Largas”, dirigida por Mario Vidoletti, otra producción icónica que hasta el día de hoy sigue realizándose y convocando espectadores, teniendo además en su haber temporadas exitosas en Mar del Plata y Buenos Aires.
También en materia teatral, de la mano de Vidoletti como director, Tito Gómez fue el artífice de “La muerte y la doncella”, un clásico de Ariel Dorfman, cuya primera reposición en el país fue realizada en la ciudad de Rosario, siendo protagonizada por Mónica Alfonso, Raúl Calandra y Tito Gómez.
Este año fue convocado para volver a protagonizar “El Asadito” en su versión española-israelí, dirigida por el argentino Víctor Braun, película que hasta hace unos pocos días se estuvo filmando en la ciudad de Tel Aviv y Jerusalén, con la presencia de su director original, Gustavo Postiglione.
En mayo de 2018 estrenó un protagónico absoluto en el film “Tito”, dirigido por Esteban Trivisonno, en el cual se interpreta a sí mismo en clave de parodia y en el cual se hace un repaso de su intensa vida personal y profesional en tono de comedia.
En su proyecto, López señala que Miguel Ángel “Tito” Gómez, nacido en la ciudad de Rosario en el año 1949, es un actor con casi 40 años de experiencia en la actuación. Como cuentan sus allegados, antes de ser actor llevó adelante una vida plagada de anécdotas que luego le sirvió para la construcción de sus personajes: desde ser el dueño de un famoso hotel en la zona sur, pasando por ser vendedor de piletas y artículos del hogar hasta ser entrenador de básquet del Club Ciclón, en la zona sur de la ciudad.
En otro párrafo, destaca que a principios de los 80´, convencido de que su destino era el de ser actor, influenciado quizá por los actores de cine que durante toda su infancia y juventud había admirado y reverenciado, comienza a estudiar teatro con maestros como Félix Reinoso, David Edery y Mario Vidoletti, entre otros. Dueño de un gran carisma y un talento natural para la actuación, luego de estudiar actuación fue contactado por los nóveles directores de cine como Gustavo Postiglione, Héctor Molina, Maximiliano González, Verónica Rossi y Claudio Perrin, entre otros; siendo esto el comienzo de un camino que lo llevó a ser un icono dentro de las películas y producciones audiovisuales locales.
Gómez protagonizó una de las películas más importantes y renombradas de la ciudad, que obtuvo no sólo reconocimiento local, sino también nacional e internacional: “El Asadito” (1999), dirigida por Gustavo Postiglione.
Trabajó en otros 20 largometrajes de importancia para el cine nacional, como “Ilusión de Movimiento” (2001), “El Cumple” (2002), “Rosarigasinos” (2001), “La Soledad” (2007) y “Umbral” (2017), para nombrar algunos. Participó de más de 30
cortometrajes, en su mayoría producidos por estudiantes de cine, trabajos que aceptó siempre por camaradería y generosidad con los futuros cineastas de la ciudad.
Por su talento y trayectoria pudo abrirse camino a producciones de TV nacionales como “Mujeres Asesinas”, “Malparida”, “Para vestir santos” y producciones internacionales como “La Bella Otero”, producida por Cosmopolitan International.
Protagonizó la que probablemente haya sido la obra teatral más vista de la ciudad, con casi 10 años de cartel ininterrumpido: “Faldas Largas”, dirigida por Mario Vidoletti, otra producción icónica que hasta el día de hoy sigue realizándose y convocando espectadores, teniendo además en su haber temporadas exitosas en Mar del Plata y Buenos Aires.
También en materia teatral, de la mano de Vidoletti como director, Tito Gómez fue el artífice de “La muerte y la doncella”, un clásico de Ariel Dorfman, cuya primera reposición en el país fue realizada en la ciudad de Rosario, siendo protagonizada por Mónica Alfonso, Raúl Calandra y Tito Gómez.
Este año fue convocado para volver a protagonizar “El Asadito” en su versión española-israelí, dirigida por el argentino Víctor Braun, película que hasta hace unos pocos días se estuvo filmando en la ciudad de Tel Aviv y Jerusalén, con la presencia de su director original, Gustavo Postiglione.
En mayo de 2018 estrenó un protagónico absoluto en el film “Tito”, dirigido por Esteban Trivisonno, en el cual se interpreta a sí mismo en clave de parodia y en el cual se hace un repaso de su intensa vida personal y profesional en tono de comedia.