Proyecto de
autoría de la concejala Celeste Lepratti
VISTO: Que el
sábado 25 de noviembre de 2017, el gobierno provincial decidió convertir en
Espacio Público de Memoria a la ya expropiada Quinta de Funes, donde funcionara
uno de los más perversos centros clandestinos de detención de personas durante
el terrorismo de estado;
CONSIDERANDO:
Que fue una jornada
muy importante, no solamente para la construcción de memoria, verdad y
justicia, sino también para intentar una sociedad más humana, solidaria e
igualitaria.
Que varias generaciones confluyeron en la llamada Quinta
de Funes, ex centro de detención clandestino durante la dictadura cívico
militar, en lo que fue el cierre de la campaña Pueblada por la Identidad,
organizada por Abuelas de Plaza de Mayo en sus 40 años de existencia. La
jornada sirvió, además, para dejar oficialmente habilitado el predio como
espacio de memoria.
Que “Con sillas,
reposeras y mates en mano, muchos funenses y no pocos rosarinos se dieron cita
en el lugar para evocar a quienes estuvieron detenidos en ese centro, luego
asesinados y desaparecidos. El encuentro fue también el cierre de una actividad
desarrollada en cuatro escuelas de la ciudad, donde los chicos reflexionaron
sobre aquella etapa negra de la historia y plasmaron ese trabajo en libretas
donde contabilizaban sus vivencias e imaginaron las de aquellos que pasaron por
la tenebrosa casona, mientras las docentes confeccionaron dos murales que
quedarán instalados junto al cartel que señala el lugar como espacio de
memoria, verdad y justicia”, dice la excelente crónica del periodista
Marcelo Castaño en el diario “La Capital”, de Rosario, del domingo 26 de
noviembre de 2017.
Que la historia, en realidad, comenzó cuatro décadas
atrás. El entonces teniente primero Daniel Amelong, en nombre del segundo
cuerpo de Ejército, compró la quinta de Ruta 9 y San José, en Funes, a la
familia Fedele. Era julio de 1977. Allí, Leopoldo Fortunato Galtieri, el mayor
asesino de santafesinas y santafesinos, 169 en total, soñaba con ser el
presidente electo por el voto popular a la salida de la dictadura.
Que su objetivo personal pasaba por recuperar Malvinas y
contaba con el acuerdo con Hugo Banzer, dictador de Bolivia, con quien acordó
la liberación del noroeste argentino para la primera ruta grande de cocaína. Y
además contaba con el apoyo de los grandes empresarios de Santa Fe.
Que hasta que el 13 de enero de 1978, Tulio Valenzuela
denunció todo esto en México. Una treintena de compañeras y compañeros fueron
fusilados y la casa pasó a manos de los amigos de los asesinos.
Que cuarenta años después, la memoria ganó la partida. Y
con ella, los sueños colectivos inconclusos volverán a ser pensados por nuevas
generaciones. Para terror de los delincuentes de guante blanco que bancaron a
Galtieri.
Que hay que decir también que en 1996 plantamos un árbol
a pocos metros de la entrada a la Quinta de Funes que a las pocas horas fue
arrancado. Hoy, gracias a la expropiación empujada por vecinas y vecinos de
Funes, las chicas y los chicos jugaban entre los troncos de los árboles de la
Quinta.
Que es una gran victoria colectiva. Paridas por puentes
generacionales. Memoria esquina esperanza. Porque en medio de un clima político
hostil contra la militancia y la reivindicación de los derechos humanos, el
acto de hoy demuestra que nuestro pueblo no solamente no olvida, sino que
también apuesta a valores diferentes a los que pregonan las bondades de las
grandes empresas.
Que así como se derrotó al 2x1 de la Corte, así como
miles y miles estuvimos en las plazas de todo el país diciendo que nuestro
pueblo no se banca ni un desparecido más, la recuperación de la Quinta de Funes
también es un triunfo popular e inter-generacional, gracias a todos y cada uno
de los sobrevivientes, gracias a todos y cada uno de los organismos de derechos
humanos.
Que en la mañana del sábado 25 de noviembre de 2017, las
maestras que trabajaron con las chicas y los chicos de las primarias de Funes
contaron que uno de ellos preguntó si el ADN no se podía hacer desde una
lágrima.
Que hoy, cuando el pueblo de Funes por fin pudo entrar en
la Quinta donde Galtieri soñaba con ser presidente electo democráticamente a
través de la tortura, la picana, la venta de bebés y el convenio con los narcos
de la dictadura boliviana de Banzer, hubo otras lágrimas.
Que eran las que surgían del profundo lugar donde nacen
el amor y el dolor. Por eso había alegría y emoción. Por eso hoy, una vez más,
los ideales de una humanidad mejor les ganaron a los proveedores de la muerte y
la resignación. Porque en el ADN de las lágrimas del sábado 25 de noviembre de
2017 había dignidad, reconocimiento y sueños de igualdad.
Por lo expuesto, la Concejala abajo firmante eleva para
su tratamiento y aprobación el siguiente proyecto de:
DECLARACIÓN
El Concejo Municipal de
Rosario, declara
su beneplácito por la expropiación de la denominada Quinta de Funes,
departamento Rosario, y su conversión en espacio público de memoria. El hecho
constituye una señal política de profundo significado para distintas
generaciones que entienden que la memoria no es solamente una cuestión del
pasado sino también un insoslayable insumo básico para la construcción de una
sociedad mucho más humana e igualitaria.