Luego
de que el Ministerio de Trabajo de Santa Fe relevara 26 empleados no
registrados en un coqueto bar de Pichincha, el abogado rosarino Jorge Elías
señaló que las políticas del gobierno nacional fomentan claramente la
informalidad laboral.
La
información surgió en las últimas horas, pero la inspección al bar Queens, de
Oroño y Güemes, se realizó en el mes de junio pasado. Durante las tareas, los
representantes de la cartera laboral relevaron 32 trabajadores de los cuales un
81 por ciento (26 empleados) no se encontraban registrados al momento de la
fiscalización.
Consultado
al respecto, el abogado laboralista Jorge Elías señaló: “Este fenómeno es muy
común, sobre todo en el sector gastronómico, donde la precarización laboral es
moneda corriente y ya lo vimos hace algún tiempo en el bar Rock &
Feller’s”.
Desde
el Ministerio informaron que los empleadores de Queens no se presentaron a la
audiencia de recepción de documentación, pautada para el 17 de julio, y que
dicho incumplimiento –que exhibió la falta de voluntad por regularizar la
situación de sus trabajadores– implica un agravamiento de la sanción del 5 por
ciento. De esa manera, la multa por cada trabajador no registrado ascendería de
16.100 a 16.905 pesos. En caso de no asistir a la segunda audiencia de
descargo, la sanción aumenta un 10 por ciento más.
“El
sistema está basado en una idea de multas –explica Elías– pero en realidad esas
multas no son eficaces porque si se adhieren a registrar al trabajador le
descuentan el 25 por ciento. Es un engaña pichanga, porque el empleador los
anota pero a partir del momento en que le cayó la inspección, por lo que los
aportes antiguos quedan perdidos. Este es un negocio relativamente nuevo pero
ya ocurrió en otros con mayor antigüedad que los anotan a partir del
relevamiento, entonces todo el mundo arranca de cero, lo que afecta a la
estabilidad, a los aportes y al reconocimiento de antigüedad del periodo
anterior.
En
muchos casos –prosiguió el abogado laboralista– los anotan por medio dia, que
es lo que ocurrió por ejemplo en Rock & Feller’s, que tiene el 90 por
ciento de sus empleados anotados por media jornada, lo que es un disparate
porque es un negocio que tiene alrededor de 350 empleados y que trabaja 18
horas al día. Eso es claramente un fraude”.
Fuera de control
Según
Elías, “el Estado es demasiado ineficaz a la hora de controlar la informalidad
laboral”, y argumenta: “El inspector va y cuando le dicen que los empleados
trabajan medio día se da media vuelta y se va. Por eso, se sigue habilitando
esta modalidad en la que, para los grandes empresarios, es más viable gambetear
las leyes que cumplirlas. Hay casos de empresas que anotan a los trabajadores
al momento de la inspección y a los 15 días los hacen renunciar a todos y los
vuelven a tomar en negro (aprovechándose del momento económico que atraviesan
muchos argentinos), y así hasta la próxima visita de un inspector”.
Para
el reconocido letrado rosarino, además, tiene una gran injerencia la postura
del gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri, quien en algún momento tildó
de mafiosos a los abogados laboralistas. “No sólo hay un déficit muy grande en
la forma de controlar, sino que el Estado nacional, que ya defenestró a los
defensores de los trabajadores y habló de la mafia de los juicios laborales, ahora
anda diciendo por ahí que quiere modificar las leyes 24013 y 25323 que
establecen una indemnización agravada para trabajadores mal registrados o en
negro. Lo que quieren es darle vía libre a los empresarios para que puedan
darse el lujo de tener trabajadores en negro, total no pasa nada”.
Las
políticas antipopulares y en evidente detrimento de las y los trabajadores que
viene implementando la gestión Cambiemos, predisponen ese escenario que tanto
beneficia a los poderosos. “Está claro que todo esto aporta a que se abran
emprendimientos a lo loco sin ningún tipo de cuidado por los empleados. Y
encima instalan que la culpa de que un dueño de un negocio, que produce
ganancias millonarias, tenga a la gran mayoría de sus trabajadores en negro o
mal registrados, pasa a ser de los abogados”.
El
Ministerio de Trabajo de Santa Fe, además, detectó que casi el 50 por ciento de
los empleados gastronómicos de la provincia “no está debidamente registrado”.
Al
ser consultado sobre semejante descalabro en el sector, el presidente de la
Cámara Hotelero Gastronómica de Rosario, Carlos Mellano, no tuvo reparos en
admitir que el cumplir con las normativas vigentes “es responsabilidad de cada
emprendimiento", y encima pidió discutir “la presión impositiva que soporta
el sector”.
Ante
la mención de esos dichos, Elías fustigó: “¿Presión previsional o presión
tributaria? ¿Qué quieren no pagar aportes, obra social, ART; o pagar menos
impuesto a las ganancias y menos ingresos brutos? Ese es un discurso mentiroso,
porque a nadie se le ocurriría decir que Rock & Feller’s no puede pagar los
aportes”. Y concluyó citando al papa Francisco: “El empleo en negro es un
pecado muy grave”.