Por Antonio Bonfatti (*)
Presidente del Partido
Socialista
Presidente de la Cámara de
Diputados de la Provincia de Santa Fe
El mismo día en que miles de ciudadanos en todo el
país se movilizaron contra la quita de subsidios a personas con discapacidad,
decidida por un gobierno nacional que casi en simultáneo con el clamor popular
adujo errores de implementación de esta insólita medida, los gobiernos
municipal de Rosario y provincial de Santa Fe inauguraron en un hospital
público un Área integral de la mujer con nueva maternidad, sector quirúrgico y
de neonatología en aras de profundizar las prácticas de parto respetado y maternidades
seguras y centradas en la familia que viene desarrollando desde hace años el
hospital Roque Sáenz Peña, referencia nacional en el tema. Se trata de un
contraste con raíces profundas: el de un Estado que recorta, desconoce y hasta
niega derechos y otro que basa sus políticas públicas en garantizarlos y
ampliarlos.
Si bien causó estupor el ajuste en las pensiones no
contributivas que reciben las personas con discapacidad, se trata de una acción
que es coherente con la lógica que el neoliberalismo tiene de lo público –que
desde nuestro espacio entendemos y practicamos como la presencia del Estado
para igualar a los ciudadanos- y su vocación por destruirlo y atacarlo. En ese
sentido, no debe sorprendernos sino hacernos reflexionar que cuando insistimos
en lo perverso del programa neoliberal hablamos claramente de acciones de
gobierno que desprotegen y descuidan a los ciudadanos y ciudadanas, incluso a
quienes más precisan de ese amparo. Acciones que no son producto del error de
un equipo de técnicos que tienen por misión instrumentarlas sino de una
intencionalidad manifiesta y sustentada en una ideología excluyente.
Hoy más que nunca es necesario fortalecer el espacio
progresista, porque puede haber falencias a la hora de poner en práctica
ciertos planes gubernamentales pero nunca en los valores en los que ellos se
asientan: la solidaridad, la equidad, la transparencia, la preocupación
permanente por garantizar y ampliar derechos. En esa línea se inscribe la
inauguración de la nueva maternidad del hospital Roque Sáenz Peña, en la zona
sur de Rosario. Porque una política de salud pública municipal y provincial que
es modelo no se hace de un día para el otro sino que se construye con
convicción y con capacidad de articular con todos los sectores, de cara a la
comunidad. No hablamos sólo del eje de la inversión destinada a mejorar la
calidad de vida de los rosarinos y los santafesinos, que es y ha sido mucha en
cuanto se hace una lectura del presupuesto, sino de la continuidad en la
aplicación de políticas públicas con sentido social. Y esto en el largo plazo,
sin lugar a dudas, tiene sus frutos.
Escuchamos ahora que desde el gobierno nacional
prometen dar marcha atrás con el ajuste en materia de discapacidad;
lamentablemente no nos alcanza. Necesitamos de gestiones que se comprometan con
medidas concretas de cuidado y protección hacia los sectores más vulnerables,
que tengan como norte evitar la desigualdad y en ese camino profundizar la
democracia. Necesitamos de esfuerzo y trabajo para construir un presente con
solidaridad e inclusión. Desde el Frente Progresista Cívico y Social sabemos lo
que ese esfuerzo demanda, pero por experiencia y obras realizadas en la ciudad
de Rosario y en la provincia de Santa Fe también conocemos que toda la sociedad
se beneficia cuando el Estado está presente. Sobre todo quienes más lo
necesitan.