A la vez, el autor de la iniciativa estima que “ambos atentados han dado muestras de lo frágiles que son las Naciones y sus Estados ante el poder del odio y la intolerancia de los fundamentalismos políticos, étnicos y religiosos; han evidenciado lo vulnerables y corruptibles que son los sistemas de inteligencia y los poderes políticos de turno”, sostuvo.
En el 25 aniversario del trágico suceso, el concejal Horacio Ghirardi impulsó la iniciativa para recordar el acto terrorista que conmovió a la Argentina el 17 de marzo de 1992.
“El Concejo Municipal de Rosario rinde homenaje a las víctimas del atentado terrorista a la Embajada de Israel, ocurrido el 17 de marzo de 1992, y hace extensiva esta manifestación a sus familiares y a la comunidad judía en su conjunto, entendiendo que este acto criminal se ejecutó contra toda la sociedad argentina y está guardada en nuestra memoria colectiva como uno de los hechos más trágicos de nuestra historia”, dice la declaración votada ayer por unanimidad por el cuerpo legislativo local, a partir de un proyecto del concejal Horacio Ghirardi, en el 25 aniversario del trágico suceso.
Entre los fundamentos de la iniciativa, el presidente del bloque Socialista considera que “el atentado a la Embajada de Israel significó para la Argentina tomar dimensión de las consecuencias del terrorismo internacional y los grupos fundamentalistas que lo ejercen y alimentan”.
Asimismo, el concejal Horacio Ghirardi recuerda que “luego de ese trágico episodio, dos años y cuatro meses después, otro acto terrorista volvió a conmocionarnos; el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), del 18 de julio de 1994, que cercenó la vida de otras 85 personas y produjo otros tres centenares de heridos, al mismo tiempo que instaló entre los argentinos la certeza de que la guerra que suponíamos nos era ajena se había globalizado y estaba fuera de control”.
PAZ SIN TERROR - 25 años del atentado a la Embajada de Israel
A la vez, el autor de la iniciativa estima que “ambos atentados han dado muestras de lo frágiles que son las Naciones y sus Estados ante el poder del odio y la intolerancia de los fundamentalismos políticos, étnicos y religiosos; han evidenciado lo vulnerables y corruptibles que son los sistemas de inteligencia y los poderes políticos de turno”, sostuvo.
Y, en ese sentido Ghirardi se lamenta que la Justicia “en el transcurso de más de dos décadas no haya logrado desentrañar las causas y responsables de estos hechos atroces”, lo que ha generado un “enorme descrédito de los tres poderes de la República ante la sociedad argentina y la comunidad internacional”.