Melincué
Un hombre de 43 años fue condenado a nueve a años de prisión por delitos
contra la integridad sexual en perjuicio de su hija menor de edad. Fue en el marco de un juicio oral y público
realizado en Melincué. La sentencia se conoció el martes 14 de marzo a la tarde
y los fundamentos serán informados la semana próxima. El fiscal que investigó
el caso fue Matías Merlo quien solicitó que personal de la subsecretaría de los
Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia siga acompañando a la víctima.
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El fiscal Merlo pidió que la víctima siga siendo acompañada por profesionales. |
Condenaron a
nueve años de prisión a un hombre de 43 años identificado como Osmar Andrés S.
por delitos contra la integridad sexual en perjuicio de su propia hija, una
niña menor de edad. La sentencia fue dada a conocer el martes 14 de marzo a la
tarde por el juez Benjamín Révori en el marco de un juicio oral y público que
se llevó a cabo en Melincué.
El fiscal
que investigó el caso fue Matías Merlo quien había imputado al condenado por el
mismo delito por el que se lo sentenció: abuso sexual reiterado –varios
hechos–, agravado por haberse configurado un sometimiento gravemente ultrajante
para la víctima, y agravado por haber sido cometido por el ascendiente, todo en
concurso real entre sí.
El
funcionario del MPA manifestó su conformidad con la pena resuelta por el
magistrado. En tal sentido, sostuvo que “el juez entendió que durante el juicio
logramos acreditar la atribución delictiva y las calificantes imputadas al
condenado. De hecho –agregó Merlo–, quedó probado que para realizar su conducta
ilícita casi diariamente entre 2014 y 2015, el imputado siempre se valió de su
situación de poder, superioridad y autoridad por ser el padre de la menor”.
El fiscal
también destacó la celeridad con la que se resolvió el caso. “El juicio comenzó
el pasado martes y ocho días después ya se conoció la sentencia”, recordó.
Protección
“Fuimos muy
cuidadosos con la identidad de la víctima antes y durante el desarrollo del
juicio, y tampoco brindaremos precisiones acerca de ella ahora que ya finalizó
el proceso. Por eso es que decidimos no informar oficialmente el apellido del
condenado que, al ser su padre, tiene el mismo apellido que ella”, sostuvo
Merlo. “Además de ser menor de edad, la niña vive en una comunidad muy pequeña
y siempre buscamos garantizar su privacidad y su intimidad, para no
revictimizarla”, añadió.
Por último,
el fiscal informó que solicitó “que los profesionales de la subsecretaría de
los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia sigan
acompañando a la víctima a pesar de que el juicio ya terminó con un veredicto
contundente. Entendemos que se trata de una situación de mucho dolor para la
niña, no sólo porque fue víctima de un abuso sexual, sino también porque quien
lo cometió fue su propio padre que ahora quedará privado de su libertad”.