El edil radical aclaró que los test se
practicarán en colectiveros, taxistas, policías y choferes de
ambulancias, sin afectar el normal desenvolvimiento y desarrollo de sus
funciones.
El Concejal Jorge Boasso presentó un
proyecto para extender los controles de narcolemia a choferes de
vehículos afectados al servicio público, como: patrullas policiales,
transporte urbano de pasajeros, taxis, remises, ambulancias del SIES y de
cualquier otro efector público.
“Los controles a realizarse sobre choferes afectados al servicio
público, se realizarán de manera tal de no afectar el normal
desenvolvimiento y desarrollo de sus funciones. Por ello el proyecto
sugiere que se realicen en las distintas dependencias antes de que los
vehículos sean afectados al servicio”, detalló el edil radical.
La nueva propuesta es impulsada a raíz
de los resultados obtenidos con la implementación
de la Ordenanza
9.195/14 Programa de Prevención y detección de drogas en conductores
vehiculares y la necesidad de implementarlos en los conductores de
vehículos afectados al servicio público.
Boasso remarcó "Hay que garantizar la seguridad vial
evitando siniestros que afecten a conductores y terceros". Por
ello, la importancia de realizar los controles de narcolemia a
todos aquellos que tienen la responsabilidad de transportar personas y de
prestar un servicio público a la comunidad.
Además, la iniciativa prevé que el
municipio disponga una línea telefónica gratuita a efectos de que los
usuarios de servicios públicos, que adviertan comportamientos extraños en los
conductores, puedan realizar una denuncia solicitando la realización de
exámenes toxicológico.
Para finalizar Boasso se refirió a las
sanciones: “En el caso de que el test
resulte positivo, se penará con multa y retiro de la licencia de conducir, como
lo establece la actual ordenanza, y por tratarse de servicios públicos se
deberá realizar la inmediata comunicación a la autoridad designada por los
ministerios o reparticiones correspondiente”.