Un error de 17.000 millones de dólares
La
medida surge luego de los persistentes casos de equipos incendiados, y prevé
-según el caso- cambiarle a sus clientes los equipos por otros similares (S7 y
S7 edge).
A
poco más de dos meses de su lanzamiento, Samsung anunció que dejará de fabricar
definitivamente el Galaxy Note 7 debido a los persistentes casos de equipos
incendiados, y prevé -según el caso- cambiarle a sus clientes los equipos por
otros similares (S7 y S7 edge), en una movida que se estima tenga un costo para
la empresa de 17.000 millones de dólares.
"Para
el beneficio de la seguridad de los consumidores, paramos las ventas y reemplazos
del Galaxy Note 7 por el mismo modelo, y consecuentemente, hemos decidido parar
la producción", informó la empresa surcoreana en un comunicado, en el que
pidió a los dueños de estos aparatos los apaguen y detengas su uso.
La
decisión llegó horas después de que la compañía anunciara que congelaba las
ventas de estos teléfonos y pidiera no usarlos, luego de que en la última
semana varios smartphones de este modelo que Samsung había entregado como
reemplazo de los aparatos defectuosos también se habían incendiado.
El
anuncio, que hizo caer a las acciones de la empresa surcoreana un 8,04 por
ciento en la Bolsa de Seúl, podría reportarle al mayor fabricante mundial de
teléfonos pérdidas de hasta 17.000 millones de dólares, según estimaciones de
Credit Suisse recogidas por EFE.
El
número radica en que el principal fabricante de teléfonos del mundo esperaba
vender alrededor de 20 millones de estos equipos, dinero que va a dejar de
percibir.
El
Galaxy Note 7, presentado el 2 de agosto, comenzó a venderse el 19 de ese mes
con el objetivo implícito de instaurarse como producto de bandera de la
compañía y a hacer frente al nuevo iPhone 7.
Pero
desde distintas partes del globo comenzaron a llegar un número creciente de
reportes de móviles que se incendiaban durante el proceso de carga, hasta que
el 2 de septiembre, cuando el número de casos ya superaba los 30, Samsung
decidió anunciar una retirada sin precedentes del producto.
Ya
había vendido alrededor de 2,5 millones de unidades -la gran mayoría en Estados
Unidos y el este asiático, mientras que solo 45.000 unidades llegaron a
venderse en Europa, la mayoría en el Reino Unido- y la firma apostó por ofrecer
a los consumidores afectados el reemplazo de estas unidades por nuevos
teléfonos del mismo modelo que, segun aseguró entonces, no sufrirían estos
problemas con sus baterías de ion-litio.
Pero,
con este proceso de recambio aún comenzando, la compañía volvió otra vez a
recibir la semana pasada notificaciones de incendios en los nuevos Galaxy Note
7 distribuidos para sustituir a las unidades defectuosas.
Al
menos ocho de estos teléfonos entregados como reemplazo a clientes de Corea del
Sur, Taiwán o Estados Unidos se prendieron fuego y, según informaron medios
locales, algunos lo hicieron cuando ni siquiera estaban conectados a la red
eléctrica para recargar sus baterías.
Tras
suspender la fabricación, Samsung indicó en un comunicado que los propietarios
de ese modelo de "phablet" pueden o bien "cambiar su Galaxy
Note7 por un Galaxy S7 o Galaxy S7 edge, y reemplazar cualquier accesorio
específico del Galaxy Note7 por un reembolso por la diferencia de precio entre
los dispositivos" o "contactar con sus puntos de venta para obtener
un reembolso total".
Si
bien esta medida está apuntada al mercado estadounidense, el diario español El
País informó citando fuentes de Samsung que la empresa "se ha comprometido
a devolver el dinero a los compradores de los 2,5 millones de unidades que se
han vendido en todo el mundo o a cambiar el terminal por otro de un valor
similar".
En
Argentina este dispositivo no llegó a ser lanzado, aunque varios clientes lo
adquirieron en el exterior. Por eso, la sucursal local de la empresa aseguró
hoy que "todos los consumidores que posean un Galaxy Note7 en el país,
deberán apagar el dispositivo, detener su uso y comunicarse con el servicio de
atención al cliente: 0800 - 555 – 7267".
Una
fuente de la compañía indicó a Télam que al igual que en otros países, los Note
7 también serán cambiados por los Galaxy S7 o Galaxy S7 edge, y consultado
sobre si se podrá efectuar el reembolso de dinero, indicó que se evaluará cada
caso.
Fuentes
de la firma surcoreana citadas por la prensa explicaron que las baterías se
prenden fuego porque hay un elemento -que aún está siendo investigado- que pone
en contacto el ánodo y el cátodo, lo que provoca un severo aumento en la
temperatura del teléfono.
El
problema podría residir en el mismo diseño de componentes, como un ajuste muy
elevado del voltaje suministrado a la batería durante la carga rápida.
El
Galaxy Note 7, un "phablet" de bordes curvos cuyas principales
novedades son la resistencia total al agua y un escáner de iris ocular, había
sido presentado como una de las apuestas más fuertes de la firma en los últimos
años, meses después de la salida al mercado del "smartphone" insignia
Galaxy S7.