La
propuesta convocó a emprendedores y artesanos a crear y presentar un juego o
juguete no sexista, no violento y sustentable. La ganadora recibió 25 mil pesos
para desarrollar su proyecto.
La
intendenta Mónica Fein encabezó este lunes 1º de agosto, en el SUM de la Isla
de los Inventos (Wheelwright 1402), la entrega del premio y menciones a quienes
resultaron ganadoras del Concurso Juguemos en Igualdad, organizado por la
Municipalidad de Rosario.
El
premio otorgado fue de $25.000 para Soledad Toriggia, creadora del juego
ganador, denominado Soy…jugando a ser. El incentivo está destinado a la
producción de una cantidad mínima del producto para ser presentado en la feria
del Día del Niño, que tendrá lugar los días 19 y 20 de agosto en la plaza
Pringles. En total, se presentaron 25 propuestas, lo que superó las
expectativas en cuanto a cantidad, calidad y creatividad, y todos los
participantes tendrán su lugar en la feria para poder exponer y vender los
juguetes creados.
El
jurado del concurso estuvo compuesto por Andrea Travaini, por el Instituto
Municipal de la Mujer; Pablo Avalle, por la Secretaría de Economía Social;
Federico Valentini, por la Secretaría de Cultura y Educación; y Ariel D'orazio,
por la oficina municipal de Defensa al Consumidor.
"Cada
vez compartimos más cosas varones y mujeres en la construcción de una sociedad
mejor, pero muchas veces esa construcción en la infancia se ve ubicada en el
lugar de estereotipo; las nenas juegan a una cosa y los varones a otra",
remarcó Fein durante el reconocimiento a los participantes.
En
ese sentido, la mandataria indicó que "esa separación va generando la idea
de que hay cosas, sobre todo en las mujeres, que no podemos hacer, que no es
para nosotras. Y nos va alejando de la posibilidad de saber que cualquier cosa
que queremos emprender en la vida también es para nosotras, es para todos; eso
construye igualdad", y agregó: "Nosotros, a través del juego,
queremos decirle (a niñas y niños) que todo lo que decidan hacer en su vida
estará en sus manos construir, eso es lo que estamos diciendo con estos
juegos".
Por
su parte, el secretario de Economía Social, Nicolás Gianelloni, reflexionó que
"la cultura del consumo masivo va directamente hacia nuestros niños y
niñas y lo vemos cuando eligen sus juguetes y qué tan condicionados están al
momento de elegir cómo jugar, cómo crear, por lo que les impone la industria
cultural", y añadió: "Estamos orgullosos de esta iniciativa, que nos
para en un lugar donde no nos dejamos llevar por la cultura del consumo y lo
que nos impone la televisión".
En
tanto, Andrea Travaini sostuvo que la iniciativa busca "pensar otra manera
de jugar" y aseguró que "nos llenó de alegría mirar y abrir cada uno
de los juegos y juguetes que presentaron. No sólo por la calidad, la prolijidad
y el esfuerzo, sino por poder pensar qué era esto que le estábamos pidiendo de
un juego no sexista, no violento, sustentable".
"Es
una muy buena propuesta para los adultos que decidan hacer un regalo para los
niños y las niñas, para las escuelas, que puedan tener otro tipo de
juegos", indicó la directora del Instituto Municipal de la Mujer y afirmó
que "esto es prevención de violencia de género; hacer que las niñas y los
niños puedan romper estereotipos, aprendan otras maneras más justas e
igualitarias de jugar, hacen que avancemos hacia una sociedad donde varones y
mujeres podamos convivir en igualdad".
El juego ganador y
las menciones especiales
Soy…
jugando a ser fue considerado por el jurado como superador en lo referido a la
temática de inclusión de las diferencias y desarrollo del potencial creativo;
además propone la ruptura de estereotipos de géneros, la promoción del buen
trato y relaciones equitativas. Se destacó también el aporte educativo del
juego, su funcionalidad y estímulo a diferentes sentidos, lo que equivale a
variadas posibilidades de entretenimiento.
En
líneas generales, el juego propone que los chicos, a partir de los 4 años y de
manera individual o grupal, construyan su propio personaje por fuera de los
estereotipos tradicionales, ya sea por su género, etnia o profesión.
Soledad
Toriggia, autora del juego, lo calificó como "un creador de
historias", y agregó: "El modo juguete es como un rompecabezas, pero
después tiene una vuelta que es un creador de historias. Y es un juego no
violento porque no genera competencia".
"La
idea es desestructurar los géneros y los estereotipos, tanto de cómo se viste
la persona como de quién es. Hay personas de distintas etnias, edades, y la
idea es que no hay ningún condicionante", comentó Toriggia y expresó que
también "desarma los estereotipos de oficios".
La
joven de 30 años, estudiante de la Tecnicatura de Tiempo Libre y Recreación,
destacó además la importancia del concurso organizado por el municipio:
"Está buenísimo que se hagan concursos como estos, el juego es fundamental
para los chicos y para el crecimiento. El aprendizaje que generan (los
juguetes) es impresionante y está lleno de juguetes que tienden al
sexismo".
"Es
otra forma de lucha que funciona; la gente no se da cuenta y compra juguetes
que no tienen ni arte, ni conceptos, ni valores, y si los tienen son
negativos", sostuvo.
Además,
el jurado decidió otorgar una mención a los siguientes juegos y juguetes:
Muñec@ Mil@, de María Angélica Ibañez Díaz; Índigo, de Nanci Dardi; Creando mi mascota,
de Georgina Marquez Bogado; Proyecto capa disfraz, de Analía Chirino y Vanesa
Morello, y Juego de memoria, de Griselda Gómez.
Sobre el concurso
Este
concurso tenía como objetivo principal contribuir a fomentar procesos de
equidad en las actividades lúdicas y propiciar, desde el juego, el
afianzamiento de vínculos de respeto mutuo en la niñez, el diálogo, la
cooperación y la superación de sesgos sexistas donde lo femenino y lo masculino
no sean categorías autoexcluyentes, promoviendo así la libertad y alejando las
prohibiciones.
Asimismo,
la iniciativa invitaba a que como sociedad pudiéramos interpelarnos para poder
pensar propuestas que permitan a cada niña o niño, a través del juego,
desarrollar sus capacidades y aptitudes al máximo, al margen de estereotipos
impuestos muchas veces o generalmente, desde el mundo adulto.