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Mi opinión.
"En lo que a mí atañe, diré que de niño y
adolescente que iba con su padre a ver al Newell's Old Boys de Rosario, ya no
existe. Aquél chabal que en su bendita inocencia de niño gozaba con el espectáculo,
el triunfo y la derrota las sentía en mis carnes.
Claro,
era otra época también, los jugadores no se vendían y/o compraban cuan
prostitutas, sentían los colores que defendían, también la mayoría de
directivos de los clubes.
El
mercadeo siempre existió, sí, pero no el de ahora en el que entra lo infame de
la corrupción en demasiados casos. Pasó el tiempo y con él mi inocencia de niño
desapareció y ya aquí en España sentí una cierta atracción masoquista por el
Atleti, pero sin pasarme de la raya.
Pero
desde Rosario hasta hoy, nunca he vuelto a pisar un estadio de fútbol,
simplemente porque no me gusta que jueguen con mi dinero y por sobretodo con
mis sentimientos.
Hoy el fútbol tal como se presenta es un burdel donde una
mafia institucionalizada juega en un casino moviendo las marionetas a su antojo
y beneficio, jugando sin piedad con los sentimientos de los forofos, que quizá
sea el único solaz y escape que tengan en sus vidas.
Conmigo,
con el niño inocente que fue desde aquél Newell's Old Boys de Rosario que no cuenten,
eso niño ya no existe".
Martín Mujica -
Madrid, 14/08/16