A partir de ahora el recinto de sesiones se llamará Raúl Alfonsín - Foto: Jorge Díaz - Asoc. Cronistas Parlamentarios |
En la última sesión del jueves pasado, se aprobó en nombrar el recinto de sesiones del Palacio Vasallo, Raúl Alfonsín.
Por iniciativa de los
concejales Rosúa, León, Chale, Boasso, Schmuck, Ghirardi, Miatello, Giménez
Belegni, Gigliani, Poy, Cossia, Comi, Cardozo y Estévez, el recinto de sesiones
del Palacio Vasallo pasó a denominarse Raúl Alfonsín.
Raúl Alfonsín
Raúl
Ricardo Alfonsín , nació en Chascomús, Buenos Aires, 12 de marzo de 1927 y
Falleció en Buenos Aires, el 31 de marzo de 2009, fue un abogado, político y
activista de los derechos humanos en la República Argentina. Fue concejal,
diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y Presidente
Constitucional de la Nación Argentina desde 1983 hasta 1989.
Infancia y juventud
Fue
el mayor de los 6 hijos de Raúl Serafín Alfonsín y Ana María Foulkes. Su padre
era un reconocido comerciante minorista radicado en Chascomús, una pequeña
ciudad de entorno agrícola-ganadero a 120 kilómetros de Buenos Aires.
Descendiente de españoles por su padre – su abuelo paterno era un inmigrante
gallego republicano – y de alemanes por parte de su madre.
Realizó
sus estudios primarios en la Escuela Normal Regional de Chascomús y los
estudios secundarios en el Liceo Militar General San Martín, de donde egresó
con el grado de subteniente de reserva. Tuvo como compañeros de clase a
Leopoldo Fortunato Galtieri y Jorge Rafael Videla.
Estudió
Ciencias Jurídicas en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La
Plata recibiéndose de abogado en 1950.
En
1949 se casó con María Lorenza Barreneche (n:1926) con quien tuvo 6 hijos:
Raúl
Felipe Alfonsín (n. 1949)
Ana
María Alfonsín (n. 1950)
Ricardo
Luis Alfonsín (n. 1952)
Marcela
Alfonsín (n. 1953)
María
Ines Alfonsín (n. 1954)
Javier
Ignacio Alfonsín (n. 1956)
Inicios
Raul Alfonsín
Alfonsín
en 1971, organizando el Movimiento de Renovación y Cambio.En 1950 comenzó su
actuación política en el Movimiento de Intransigencia y Renovación de la Unión
Cívica Radical, en Chascomús, donde participó de la fundación del diario “El
Imparcial”.
En
1954 fue elegido concejal en Chascomús, y al año siguiente fue encarcelado por
la Revolución Libertadora. En 1958 fue electo diputado provincial en la
Provincia de Buenos Aires y diputado nacional durante el gobierno radical de
Arturo Illia entre 1963 y 1966, en el cual fue vicepresidente del Bloque de
Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Finalmente,
en 1965 fue elegido presidente del Comité Provincia de Buenos Aires de la UCRP.
El
17 de noviembre de 1966 durante la dictadura militar del general Juan Carlos
Onganía fue detenido por un breve tiempo, por haber reabierto el Comité de la
Provincia.
Movimiento de
Renovación y Cambio
A
partir de la dictadura militar de tipo permanente que instaló Onganía, Alfonsín
estrechó sus contactos con los sectores de centro-izquierda, como el socialismo
dirigido por su amigo Guillermo Estévez Boero, y comenzó a desarrollar, desde
la Provincia de Buenos Aires, un pensamiento socialdemócrata dentro del
radicalismo que tendría un considerable impacto en la juventud. En aquel primer
núcleo alfonsinista se encontraban Bernardo Grinspun, Roque Carranza, Germán
López, Raúl Borrás, entre otros.
Con
la política prohibida y una situación internacional conflictiva, la juventud
progresista argentina se vio frente a la opción concreta de sumarse a la lucha
armada. Alfonsín rechazó expresamente la lucha armada como camino de progreso
social, que adoptaron por entonces algunos grupos católicos, nacionalistas,
peronistas y de izquierda, para ofrecer a un amplio sector de la juventud un
canal pacífico de militancia de centro-izquierda. El alfonsinismo apoyó la
consigna “Elecciones libres y sin proscripciones”, como alternativa a “Ni golpe
ni elección: revolución”. La actividad política vedada obligó a Alfonsín a
expresar su oposición a la dictadura y difundir sus argumentos a través de su
actividad periodística: fue columnista de la revista Inédito de Mario
Monteverde y escribió artículos en otros semanarios bajo el seudónimo de
Alfonso Carrido Lura. Entre 1971 y 1972, los jóvenes radicales de la Junta
Coordinadora Nacional y Franja Morada, que habían mantenido una militancia
activa contra la dictadura miliar, comienzan a acercarse a Raúl Alfonsín.[4]
Entre aquellos jóvenes radicales se encontraban Luis Cáceres, Sergio
Karakachoff, Federico Storani, Leopoldo Moreau, Marcelo Stubrin, Adolfo
Stubrin, Enrique Nosiglia, Facundo Suárez Lastra, Gabriel Martínez, Carlos
Muiño, entre otros.
De
este modo el alfonsinismo comenzó a definirse como línea interna progresista frente
al balbinismo-unionismo que expresaban una actitud conservadora dentro de la
Unión Cívica Radical.
Alfonsín
1974En septiembre de 1972, en Rosario, se creó el Movimiento Renovador
Nacional, reclamando un programa de carácter nacional, popular, democrático y
liberador, y proclamando a Raúl Alfonsín como precandidato presidencial en las
internas de la UCR. En las elecciones internas se impuso el
balbinismo-unionismo, en tanto que el alfonsinismo obtuvo la minoría, por haber
alcanzado más del 25%.
En
1973, la Unión Cívica Radical perdió las elecciones ante Juan Domingo Perón;
Raúl Alfonsín resultó electo, una vez más, diputado nacional. Poco después, en
mayo, Alfonsín amplió la extensión del sector que conducía para crear el
Movimiento de Renovación y Cambio, con una posición sumamente crítica a la
estrategia de unidad nacional del balbinismo, en contra de todo acuerdo con el
peronismo, y un programa de izquierda socialdemócrata que proponía la reforma
agraria, una nueva reforma universitaria, la democratización del sindicalismo y
el establecimiento de una democracia social.
Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos y dictadura
El
18 de diciembre de 1975, tres meses antes del golpe militar que dio inicio a la
dictadura conocida como Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983),
Alfonsín fue una de las personalidades que fundaron la Asamblea Permanente por
los Derechos Humanos (APDH).
Esta
asociación fue la primera creada en Argentina para hacer frente a las
violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos que en aquella época
comenzaron con la actividad de la denominada AAA. Su primera reunión se llevó a
cabo durante el mes de diciembre de 1975 en la Casa de Ejercicios Espirituales
que dependía de la Iglesia de la Santa Cruz y fue convocada por Rosa Pantaleón
(fallecida el 7 de marzo de 1997) y asistieron: el obispo de Neuquén don Jaime
de Nevares, el rabino Marshall Meyer, el obispo Carlos Gatinoni, la doctora
Alicia Moreau de Justo, Raúl Alfonsín, Oscar Alende, Susana Pérez Gallart,
Adolfo Pérez Esquivel y Alfredo Bravo. [5]
La
APDH desempeñó un importante papel de defensa de los derechos humanos durante
la dictadura militar, luego apoyó el trabajo de la CONADEP y finalmente luchó
contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el
Proceso de Reorganización Nacional, parte de cuya responsabilidad fue del
propio Alfonsín, cuando fue presidente.
Durante
la dictadura militar, Alfonsín puso gratuitamente su servicio de abogado para
defender opositores y presentar hábeas corpus por los detenidos-desaparecidos,
actividad que por sí misma solía significar la muerte.
Realizó
varios viajes a América Latina, los Estados Unidos, Asia, la Unión Soviética y
Europa, donde frecuentó a los dirigentes de la Internacional Socialista (IS),
denunciando la masiva violación de derechos humanos que se estaba produciendo
en Argentina.
En
1976 fundó y dirigió la revista Propuesta y Control, única revista política
opositora en aquellos primeros años del gobierno militar.
Guerra de Malvinas
En
1982, ante la Guerra de las Malvinas, Alfonsín, asesorado por un grupo de
intelectuales como Jorge Roulet, Dante Caputo y Jorge Sábato, fue uno de los
pocos políticos argentinos que se opuso a la acción militar en las islas
Malvinas y sostuvo que su finalidad era lograr el fortalecimiento de la
dictadura. Exigió al gobierno militar que proveyera información verídica sobre
la marcha del conflicto.
Este
mismo grupo influyó en la decisión de Alfonsín en promover la caída de la Junta
de Comandantes encabezada por Galtieri, proponiendo que asumiera un gobierno
civil de unidad nacional conducido por el ex presidente Arturo Illia con el fin
de proceder a la democratización.
Elecciones
presidenciales de 1983
Desde
fines de 1982, una vez abierto el proceso de transición a la democracia, bajo
la presidencia del general Bignone, Alfonsín se convirtió, primero en
presidente Universal de la Unión Cívica Radical al imponerse el Movimiento de
Renovación y Cambio en las elecciones internas partidarias. Poco después fue
nominado candidato a presidente de la Nación, cuando el otro precandidato
radical, Fernando de la Rúa, declinó su candidatura ante el amplio apoyo que
estaba recibiendo Alfonsín en todo el país. Como candidato a vicepresidente fue
nominado Víctor H. Martínez.
Los
dos principales candidatos presidenciales eran el peronista Ítalo Lúder por el
Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) y el radical Raúl Alfonsín, por la
Unión Cívica Radical (UCR). Existía entonces un generalizado sentimiento de que
el peronismo sería un claro ganador, incluso entre los propios dirigentes
radicales.
La
campaña electoral de Alfonsín se caracterizó por renovar los canales de la
comunicación política en Argentina. Ocho meses antes de la elección, Alfonsín
contrató al publicista David Ratto para dirigir su campaña. Por entonces los
partidos políticos argentinos solían restar importancia a la publicidad como
método para lograr adhesión electoral y solía ser realizada por los propios
dirigentes políticos. El equipo publicitario decidió personalizar la campaña,
centrándola en la imagen del candidato y destacando sus cualidades naturales.
Varios lemas tuvieron impacto masivo, como la frase “Ahora Alfonsín”, o la
imagen de un escudo con los colores de la bandera argentina y las iniciales
“RA”, correspondientes tanto a Raúl Alfonsín como a República Argentina.
También fue importante el “saludo de Alfonsín”, con la forma de un “abrazo a la
distancia”, que surgió del gesto que el propio Alfonsín tuvo en un acto en el
Luna Park el 7 de diciembre de 1982.
Un
momento clave de la campaña electoral fue la denuncia de un pacto entre la
cúpula de las fuerzas armadas y la dirigencia sindical para no juzgar los
crímenes cometidos por estos, lo que tuvo repercusión en el mundo.
“La
pericia de los dirigentes de la campaña de la UCR quedará de manifiesto con la
denuncia del denominado “Pacto militar-sindical”, un supuesto acuerdo entre
representantes de los sindicatos (léase el centro neurálgico del partido
peronista en ese momento) y los militares en vías de abandonar la casa de gobierno.
A través de la denuncia de ese arreglo político —que de acuerdo a las encuestas
fue considerado por el grueso de los electores como algo real y negativo para
el destino del país— Alfonsín logró identificar a su principal oponente con el
pasado inmediato, con el conflictivo periodo 1974-1976, y con la dictadura. Esa
jugada política fue efectuada —según un análisis realizado por Oscar Landi— en
un momento en que los expertos coincidían en que la tasa de los intencionados
de voto por la UCR se había estabilizado en tanto crecía la del
peronismo”. Heriberto Muraro.
La
campaña electoral de Alfonsín buscó sobre todo transmitir una imagen de paz,
evitando cuidadosamente todo conflicto, gestos de violencia en los actos,
discursos agresivos, etc. Para acentuar la importancia de su mensaje
democrático eligió para cerrar sus discursos en los actos el Preámbulo de la
Constitución Nacional.
Las elecciones se realizaron el 30 de octubre de
1983 y Alfonsín triunfó obteniendo el 51,7% de los votos frente al 40,1% del
peronis