El
Canciller expuso junto al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, Zeid Raad Zeid Al-Hussein, en una reunión de la ONU sobre la
abolición de la pena capital.
El
Canciller Héctor Timerman participó este martes junto al Alto Comisionado de Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein, de un evento de
alto nivel organizado en el marco de la inauguración del 70° período de
sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la abolición de la
pena de muerte titulado “Alejándonos de la Pena de Muerte: las Voces de los
Familiares de las Víctimas”.
El
Canciller estuvo acompañado por la Representante Permanente de la Argentina
ante las Naciones Unidas, Embajadora María Cristina Perceval.
El
evento, del que participaron los Cancilleres de Francia, Benín, Fiji y Ruanda,
así como el Vicecanciller de Italia, contó con la asistencia de académicos,
familiares de víctimas y organizaciones de la sociedad civil. La actividad tuvo
como objetivo el debate e intercambio de experiencias con relación a los
testimonios de personas directamente involucradas en decisiones relativas a si
la aplicación de la pena de muerte constituye o no una forma completa de hacer
justicia.
El
Canciller Timerman abrió el panel de alto nivel con su discurso, en el que
destacó que “La Argentina ha asumido como política de Estado la promoción y
protección de los derechos humanos, y estoy orgulloso de representar a un país
con principios tan sólidos".
Agregó
que "ña posición argentina en materia de abolición de la pena de muerte se
enmarca en dicha política de Estado, la cual resulta un pilar en nuestra
política exterior" en "cumplimiento de los principios que defendemos
con firme convicción, la Argentina ha ratificado todos los instrumentos regionales
e internacionales que tienen como objetivo la abolición de la pena capital”.
Asimismo,
el titular del Palacio San Martín denunció durante el encuentro la situación
que padece Víctor Saldaño, único argentino condenado a muerte en los Estados
Unidos, resaltando que “a la luz de esta cruel realidad, nuestro compromiso en
la lucha contra la pena de muerte es indeclinable y vamos a seguir trabajando
en toda posible iniciativa con el fin de asegurarnos que la humanidad siga
evolucionando hacia un mundo libre de la pena de muerte".
"En
este sentido,-agregó- somos parte del
Grupo de Apoyo de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, junto a
otros 18 países de diferentes regiones”. Dicho grupo apoya política y
financieramente a la Comisión para promover la abolición de la pena de muerte y
una moratoria de su uso en todas las regiones del mundo.
Por
último, el Canciller hizo referencia a que “hoy en día, aproximadamente 160 de
los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas han abolido la pena de muerte o
establecido moratorias por ley o en la práctica, registrándose en los últimos
años varias iniciativas destinadas a alcanzar tal objetivo. Otra prueba de los
progresos realizados es que tenemos 81 países que son parte del Segundo
Protocolo Facultativo contra la Pena de Muerte. Sin lugar a dudas, podemos
estar seguros de que el número de países que aplican la pena de muerte se está
reduciendo año tras año”.