La
presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó, pasadas las 8.20, hora local,
en un auto oficial con banderas argentinas y cubanas, al sitio reservado para
los mandatarios e invitado especiales, frente al estrado, en la Plaza de la
Revolución de La Habana, para asistir a la misa papal.
La
jefa de Estado llegó al salón VIP reservado a los Mandatarios e invitados
especiales, aguardó junto a su par de la República de Cuba el comienzo de la
Santa Misa.
La
acompañan miembros de la comitiva oficial que viajó a Cuba, entre ellos el
canciller Héctor Timerman, el secretario de Comunicación Pública, Alfredo
Scoccimarro; los embajadores de Argentina en el Vaticano y Cuba, Eduardo Valdés
y Juliana Marino, respectivamente, entre otros.
Al
finalizar la misa y antes de subir al Papamóvil, Su Santidad el Papa Francisco
se prevé que salude a la Presidenta de la Nación.
Posteriormente,
la Presidenta de la Nación y la comitiva serán trasladados hacia el Aeropuerto
Internacional José Martí para embarcar de regreso a Buenos Aires.
En
su homilía ante más de 100 mil fieles, el papa Francisco llamó hoy a “cuidar a
los frágiles de nuestras familias y de nuestra sociedad” durante la homilía de
la misa celebrada en la Plaza de la Revolución de la capital cubana, a quienes
les recordó que “la importancia de una persona” no se mide por ninguna otra
cosa más que por cuanto “sirve a la fragilidad de la persona”.
“La
invitación al servicio posee una peculiaridad a la que estar atentos: servir
significa en gran parte cuidar la fragilidad, cuidar a los frágiles de nuestras
familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo”, aseguró el pontífice en
relación a pasaje del evangelio en el cual los discípulos discutían quién de
ellos era el más importante.
“Son
personas de carne y hueso con su vida, su historia y con su fragilidad las que
Jesús nos invita a defender, a cuidar y a servir. Porque ser cristiano implica
luchar y vivir para la dignidad de sus hermanos. Por eso es invitado siempre a
dejar de lado sus búsquedas y deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de
los más frágiles".
Además,
el obispo de Roma pidió alejar el "servicio al prójimo" de la
ideología y vincularlo a "las personas".
"Hay
una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los
'míos', en nombre de lo 'nuestro'", dijo Francisco durante una homilía
ante más de 100.000 personas en la Plaza de la Revolución de La Habana.
"Ese
servicio siempre deja a los 'tuyos' por fuera, generando una dinámica de
exclusión", lamentó el Papa. "Por eso nunca el servicio es
ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas",
sostuvo el pontífice argentino.