La Comisión de Seguridad, presidida por el
concejal Diego Giuliano, y con la presencia de los concejales Norma López y Sebastian
Chale, recibió el reclamo del barrio La Tablada respecto de la dificultad
para comunicarse con los policías comunitarios.
“Los
vecinos llaman al número que se les indicó según el protocolo de actuación de
la policía comunitaria pero nadie recibe las denuncias o los reclamos ya
que, según manifiestan, se les cortó el pago de los teléfonos a los
agentes”, manifestó Giuliano.
“Si creamos una
policía con la intención de generar una mayor proximidad entre los vecinos y el
agente de seguridad, resulta muy paradójico que los vecinos queden
incomunicados”, indicó Giuliano.
Para el edil, “La policía comunitaria recorrió los barrios tocando timbre en cada
casa y repartiendo tarjetas de Identificación Personal con el teléfono celular
de cada agente y su foto. Si ahora no atienden por falta de pago de los mismos
celulares o por cualquier otra causa, se cae no sólo la idea de la
proximidad sino también la idea de la seguridad”.
“Es por
esta situación que vamos a realizar un pedido de informe que explique esta
singular carencia de la policía comunitaria en el Barrio La Tablada, una
carencia que tira abajo toda pretensión de hacer circular policías destinados
al diálogo, la mediación, y la proximidad”, afirmó
Giuliano y agregó:
“La policía
comunitaria es una buena idea pero todos sabemos que la mejor forma de arruinar
una buena idea es implementarla mal. Eso es lo que está haciendo el gobierno
provincial en este tema. La policía comunitaria se deslegitima si no puede
atender el mismo teléfono que brindó a cada uno de los ciudadanos que visitó en
su hogar.
“Recientemente
se extendió el campo de acción de la policía comunitaria a ocho barrios de
Rosario. Esperamos que esta lejana proximidad de la policía comunitaria no sea
extensiva a las demás zonas de la ciudad hacia la que fue destinada”,
concluyó Giuliano.