El uso de pirotecnia implica
riesgos para la salud ya que su manipulación puede ocasionar lesiones graves e
irreversibles. Un factor que puede acentuar esas consecuencias es la
fabricación, importación y venta ilegal de cohetes, bengalas y cañitas
voladoras.
El ministro de Salud de la
Nación, Juan
Manzur, aconsejó
evitar el uso de cohetes y fuegos artificiales con motivo de los festejos para
“pasar Año Nuevo sin sobresaltos y sin tener que acudir a la guardia de un
hospital”. El ministro insistió en que “los chicos no tienen que usar
pirotecnia en ningún caso” y recordó que el mayor porcentaje de heridos graves
por manipulación de pirotecnia se registra generalmente en los niños de entre 5 a 14 años de edad.
“Siempre los adultos tienen
que proteger a los chicos, y durante las fiestas deben tomar las mayores
precauciones para que los niños no estén expuestos a un accidente a causa de
estos elementos pirotécnicos”, sostuvo Manzur, que insistió en “no opacar el comienzo
de un nuevo año con un acto de imprudencia y ver cómo un momento de felicidad
en familia se termina abruptamente cuando un niño resulta herido por un cohete,
bengala o cañita voladora”.
El ministro agregó que
“durante los dos últimos años observamos una mayor conciencia social sobre los
peligros del uso casero de la pirotecnia, que se ve reflejado en la reducción
del número de heridos”. Sin embargo, “es necesario seguir trabajando e
insistir que la mejor pirotecnia es la que no se usa para poder bajar la
proporción de niños que sufren quemaduras por su utilización”, destacó Manzur.
“La recomendación es no usar
pirotecnia pero en el caso de querer hacerlo, los niños deben estar alejados.
Los adultos deben ser cuidadosos y no haber bebido en exceso”, recomendó por su
parte Nicolás Kreplak,
subsecretario de Medicina Comunitaria, Maternidad e Infancia.
El uso de pirotecnia puede
ocasionar gravísimos daños como quemaduras, problemas auditivos y lesiones
oculares irreversibles, que pueden discapacitar a la persona de por vida. Las
zonas del cuerpo que suelen resultar más afectadas por accidentes de pirotecnia
son las manos (40 por ciento), los ojos (20 por ciento) y la cabeza/rostro (20
por ciento).
“La pirotecnia segura no
existe y la única forma de evitar tener que lamentarse es no encenderla.
Podemos prevenir accidentes con graves secuelas”, afirmó Kreplak.
Para los adultos que decidan
usar pirotecnia, el Ministerio de Salud recomienda:
-
No comprar material clandestino. Para saber que no lo es, deben verificar el
etiquetado y el envoltorio original del producto donde figura la autorización
del Registro Nacional de Armas (RENAR), dependiente del Ministerio de Justicia
y Derechos Humanos de la Nación. Según ese organismo está prohibido vender artificios
pirotécnicos a menores de 16 años.
-
Encender un elemento a la vez y tras encenderlo alejarse a una distancia
prudencial.
-
Los fuegos de artificio proyectables (cañitas voladoras, cohetes, etc) no deben
apuntar hacia las personas, las viviendas, cerca de vehículos, elementos
combustibles y/o árboles frondosos.
-
No deben usarse en el interior de las casas.
-
Siempre deben dejarse en el piso y nunca en las manos o en el interior de
botellas o latas.
-
Cuando un producto no explota, no debe tocarse aunque parezca que la mecha está
apagada.
-
El RENAR también prohíbe la pirotecnia que posee riesgo de explosión en masa o
de trayectoria incierta como los buscapiés y los rompe portones.
Si ocurre un incidente
con pirotecnia lo aconsejable es:
-
Si cae fuego sobre la ropa se lo debe sofocar envolviendo al afectado con una
manta o haciéndolo rodar sobre el suelo. La víctima no debe caminar ni menos
aún correr.
-
Lavar la zona lesionada con agua fría pues calma el dolor y frena la acción
calórica.
-
No colocar nunca cremas, pomadas o ungüentos caseros.
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Cubrir La zona afectada con paños limpios, toallas o sábanas.
-
En caso de incidentes con compromiso ocular, no deben tocarse los ojos.
-
En todos los casos, debe concurrir inmediatamente al centro de salud más
cercano.