El gobierno de Santa Fe pide investigar a funcionarios judiciales tras la prescripción de la causa Ecos
El gobierno de Santa Fe le
solicitó al Procurador General de la Corte Suprema de Justicia de la provincia,
Jorge Barraguirre, una investigación de la actuación de los funcionarios
judiciales que participaron de la causa por la tragedia del Colegio Ecos, en la
que murieron nueve alumnos y una docente, luego de la prescripción del
expediente.
El ministro de Justicia
provincial, Juan Lewis, informó que "se ha solicitado al procurador que
inicie una investigación acerca de la regularidad de la intervención de todos
los funcionarios judiciales en esa causa".
El pedido de investigación se originó luego de que se conociese una resolución de la Cámara de Apelación Penal de Rafaela, que revocó el fallo que condenaba al chofer del micro que en 2006 chocó contra un camión en la localidad de Margarita, causando diez muertes, al dictar el sobreseimiento del imputado por prescripción de la causa.
"Existen mecanismos institucionales que son puestos en marcha a través del Procurador General, Jorge Barraguirre", explicó Lewis en declaraciones a radio Brigadier López, de Santa Fe.
Para Lewis, hubo "demoras que son inexplicables", por lo que "lo mínimo que debería hacerse es comenzar una investigación para deslindar responsabilidades de tipo administrativas".
"Este expediente estuvo 11 meses sin moverse en la Cámara de Vera, sin tener ningún movimiento hasta que advirtieron que ellos no eran los competentes y entonces lo derivaron a la Cámara de Rafaela", ejemplificó.
Además, sostuvo que "en marzo de este año los familiares presentaron un escrito solicitando se les informe fecha y hora de la tramitación del recurso de apelación y la Cámara de Rafaela, por motivos inexplicables, no lo hizo".
Para el ministro, "hay que buscar una explicación" debido a que "en una República donde cada órgano tiene que dar explicaciones de por qué hace lo que hace, nos parece totalmente pertinente que alguien intente ensayar alguna explicación sobre lo que pasó".
Al dictar la prescripción, la Cámara de Apelación Penal de Rafaela revocó el fallo que condenaba al chofer del micro, Oscar Atamañuk, que en 2006 chocó contra un camión en la localidad de Margarita, causando la muerte de alumnos del Colegio Ecos de Villa Crespo y de una docente.
Atamañuk fue condenado por la Justicia de Reconquista a la pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para conducir vehículos por el término de cinco años, tras hallarlo culpable de los delitos de "homicidio culposo múltiple agravado y lesiones culposas agravadas en concurso ideal".
La Cámara rafaelina revocó el fallo, informado en julio de 2013, y sobreseyó a Atamañuk "por haberse operado la extinción de la acción penal por prescripción" en el aspecto penal.
La tragedia ocurrió a inicios de octubre de 2006, cuando alumnos y docentes del Colegio Ecos retornaban de un viaje solidario a la provincia del Chaco.
Los chicos habían pasado unos días en la escuela El Paraisal, de la provincia norteña, que el Colegio Ecos apadrina desde hace 20 años.
Cuando el micro transitaba por la ruta nacional 11 en dirección norte-sur, cerca de la localidad de Margarita, fue embestido de frente por un camión cuyo conductor estaba borracho, identificado luego como Ángel Soto.
En el accidente murieron nueve chicos y una profesora, además del chofer del camión y su acompañante, que también estaba alcoholizado.
El pedido de investigación se originó luego de que se conociese una resolución de la Cámara de Apelación Penal de Rafaela, que revocó el fallo que condenaba al chofer del micro que en 2006 chocó contra un camión en la localidad de Margarita, causando diez muertes, al dictar el sobreseimiento del imputado por prescripción de la causa.
"Existen mecanismos institucionales que son puestos en marcha a través del Procurador General, Jorge Barraguirre", explicó Lewis en declaraciones a radio Brigadier López, de Santa Fe.
Para Lewis, hubo "demoras que son inexplicables", por lo que "lo mínimo que debería hacerse es comenzar una investigación para deslindar responsabilidades de tipo administrativas".
"Este expediente estuvo 11 meses sin moverse en la Cámara de Vera, sin tener ningún movimiento hasta que advirtieron que ellos no eran los competentes y entonces lo derivaron a la Cámara de Rafaela", ejemplificó.
Además, sostuvo que "en marzo de este año los familiares presentaron un escrito solicitando se les informe fecha y hora de la tramitación del recurso de apelación y la Cámara de Rafaela, por motivos inexplicables, no lo hizo".
Para el ministro, "hay que buscar una explicación" debido a que "en una República donde cada órgano tiene que dar explicaciones de por qué hace lo que hace, nos parece totalmente pertinente que alguien intente ensayar alguna explicación sobre lo que pasó".
Al dictar la prescripción, la Cámara de Apelación Penal de Rafaela revocó el fallo que condenaba al chofer del micro, Oscar Atamañuk, que en 2006 chocó contra un camión en la localidad de Margarita, causando la muerte de alumnos del Colegio Ecos de Villa Crespo y de una docente.
Atamañuk fue condenado por la Justicia de Reconquista a la pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para conducir vehículos por el término de cinco años, tras hallarlo culpable de los delitos de "homicidio culposo múltiple agravado y lesiones culposas agravadas en concurso ideal".
La Cámara rafaelina revocó el fallo, informado en julio de 2013, y sobreseyó a Atamañuk "por haberse operado la extinción de la acción penal por prescripción" en el aspecto penal.
La tragedia ocurrió a inicios de octubre de 2006, cuando alumnos y docentes del Colegio Ecos retornaban de un viaje solidario a la provincia del Chaco.
Los chicos habían pasado unos días en la escuela El Paraisal, de la provincia norteña, que el Colegio Ecos apadrina desde hace 20 años.
Cuando el micro transitaba por la ruta nacional 11 en dirección norte-sur, cerca de la localidad de Margarita, fue embestido de frente por un camión cuyo conductor estaba borracho, identificado luego como Ángel Soto.
En el accidente murieron nueve chicos y una profesora, además del chofer del camión y su acompañante, que también estaba alcoholizado.