En nuestro país, esta
realidad se ve agudizada por la presencia de más de 400 casinos y bingos que
constituyen un caldo de cultivo ideal para el surgimiento de esta problemática
de salud.
La adicción al juego
compulsivo o ludopatía registra los niveles más altos de suicidios. Esta
enfermedad fue declarada como tal en 1992 por la Organización Mundial de la
Salud (O.M.S.) y desde entonces se comenzó a abordar el tema como un problema
de salud.
Ante esta realidad, el
Diputado nacional Fabián Peralta, solicitó en la última sesión parlamentaria
que tenga preferencia para su tratamiento un proyecto de ley que estipula la
creación de un régimen de prevención y tratamiento de la ludopatía.
Al respecto, el legislador
del GEN dijo que “la adicción al juego
está mucho más disimulada que otras adicciones, ya que no intermedia sustancia.
Pero esto no le quita gravedad. Incluso algunos especialistas no dudan en decir
que es la adicción con más niveles de suicidios”.
“Hay
que considerar”, prosiguió Peralta, “que desde la década de los 90 se modificó
el esquema y la forma de jugar. Me refiero a que se habilitaron salas más allá
de los lugares turísticos. De hecho, las que más facturan en la actualidad se
encuentran en el conurbano bonaerense. Por otro lado, proliferaron las máquinas
tragamonedas por sobre los juegos de paño, lo que elimina el componente
azaroso, ya que responden a un programa predeterminado”.
“Desde el 2008 en la Cámara estamos trabajando
en un proyecto de prevención y asistencia al ludópata que el FPV trabó
sistemáticamente. Creemos que la situación actual es grave y por eso debe ser
prioridad la sanción de una ley al respecto”, concluyó el integrante de
la bancada de Margarita Stolbizer.