El 30 de octubre es una fecha que con el
pasar de los años quedó identificada con la recuperación de la
democracia en la Argentina.
Hoy se cumplen 31 años de que el pueblo
argentino votaba después de siete años de una cruenta dictadura militar y
elegía como presidente de la Nación al Dr. Raúl Alfonsín, candidato de
la Unión Cívica Radical, derrotando al peronismo, en lo que fue su
primera derrota electoral de su historia.
El 10 de diciembre de 1983, después de asumir el mando en el
Congreso de la Nación, Alfonsín hablará desde los balcones del cabildo y
sus primeras palabras serán las siguientes: “Iniciamos una etapa que
sin duda será difícil, porque tenemos todos la enorme responsabilidad de
asegurar hoy y para los tiempos la democracia y el respeto por la
dignidad del hombre para todos los argentinos”.
En la campaña electoral Alfonsín decía: “Nunca más permitiremos que
un pequeño grupo de iluminados, con o sin uniforme, pretenda erigirse
en salvadores de la Patria, mandándonos y pretendiendo que los
obedezcamos sin chistar”. En el pensamiento del candidato radical, la
democracia se identificaba con la libertad del hombre, con la
convivencia civilizada y con un orden político republicano, es decir con
controles y alternancia. “Se acabó la dictadura militar. Se acabaron la
inmoralidad y la prepotencia. Se acabaron el miedo y la represión. Se
acabó el hambre obrero. Se acabaron las fábricas muertas. Se acabó el
imperio del dinero sobre el esfuerzo de la producción. Se terminó. Basta
de ser extranjeros en nuestra tierra”.
Desde los balcones del Cabildo, Alfonsín concluía su primer
discurso como presidente recitando el Preámbulo de la Constitución:
“Porque entre todos vamos a contribuir a la unidad nacional, consolidar
la paz interior, afianzar la justicia, proveer la defensa común,
promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad
para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del
mundo que deseen habitar el suelo argentino”.