Jorge Héctor Cabrera, en representación de los trabajadores del sector
expuso acerca de las características de la actividad, así como sobre el
grado de siniestralidad y peligrosidad de la misma.
Cabrera, quien fue recibido por la presidenta de la comisión Ana
Martínez y los ediles Carlos Cossia, Carlos Cardozo y Miguel Cappiello,
señaló, además, que su gremio busca regularizar la actividad y pidió al
Concejo que “antes de adjudicar licitaciones se soliciten informes al
gremio sobre la situación de las empresas participantes de las mismas ”.
A modo de introducción Cabrera señaló algunas aristas de las actividades
mencionadas y de sus subdivisiones laborales. De esta manera se refirió
a los lavaderos de ropas hogareñas, a los de gastronomía, sanitarios y a
los de hoteles, agregándose a ellos los de ropa industrial, los de
indumentaria -fundamentalmente de jeans- y a las tintorerías.
Un medio laboral muy agresivo
Indicó Cabrera que “el grado de peligrosidad y siniestralidad de nuestra
tarea es muy alto. El medio laboral es muy agresivo por los elementos
químicos que se utilizan y la falta de controles de seguridad e higiene
existente en las mayoría de las empresas, a lo que se suma la falta de
control y capacitación. Incluso hay, en algunos casos, peligro de
incendio por falta de habilitación municipal para funcionar”.
El dirigente gremial, en la reunión con la comisión de Salud, expuso
detalladamente los riesgos a los que los trabajadores del sector a que
se ven expuestos, los que enumeró señalando: Riesgo de muerte de
trabajadores por desajustes eléctricos y falta de protección adecuada;
riesgo de incendio y explosión por la utilización de maquinarias que
operan a altas temperaturas; riesgos físicos por ruidos, vibraciones,
cargas térmicas y riesgos químicos.
En este último sentido, el dirigente aludido hizo mención a los jabones
industriales que producen enfermedades en la piel si no cuentan con
controles sanitarios adecuados; utilización de compuestos alcalinos y
resinas para neutralizar ácidos que pueden provocar quemaduras y
desprendimientos de vapores de las maquinarias de lavado y teñido que
generan irritaciones en las vías respiratorias.
Se hizo mención explícita en la entrevista al uso del permanganato de
potasio por ingestión, que produce vómitos con sangre y edema de glotis,
entre otros padecimientos y el metabisulfito de sodio, así como el
hidrosulfito de sodio, que genera alergias respiratorias, asma bronquial
e irritaciones en vías respiratorias.
Cabrera, que representa aproximadamente de 440 lavaderos de todo tipo,
no dejó de advertir, además, los problemas de salud derivados del uso de
anilinas y tinturas que “devienen en causas de cáncer de vejiga”. A ello
se debe agregar el uso de solventes y de sílice, que en este último caso
“produce cáncer en los pulmones”, advirtió Cabrera.
En la reunión con los concejales, el sindicalista puntualizó otros tipos
de riesgos que soporta la actividad que nos ocupa y que está relacionada
con el riesgo biológico y el tecnológico.
Advierte el gremio que “puede ser adjudicatario en las licitaciones una
empresa que pone en riesgo ña seguridad y salud de los trabajadores de
la actividad que representamos y de los ciudadanos”.
Denunció Cabrera a empleadores del sector citado “que poseen personal
registrado precariamente o sin registrar; que abonan salarios menores a
los que corresponden y que incumplen con el pago de aportes de
jubilaciones y de la seguridad social”.
El gremialista acordó con los concejales el análisis de un proyecto
generado a nivel sindical para que se subdivida el trabajo en los
lavaderos, a los efectos de reducir el porcentaje de probabilidades de
contaminación que surge de la falta de control sobre “la separación
obligatoria de prendas, ya que en algunas oportunidades en tambores
donde se lavan las de usuarios hogareños, se colocan las de restaurantes
o de geriátricos”.
Cabrera hizo hincapié en que “es necesario que se reemplacen los
manteles de bares y restaurantes de cuerina por los de telas, ya que los
gérmenes terminan siendo pasados de mesa en mesa”.