Nada se compara con el infinito dolor de una madre
al ver a su hijo entrar en adicción...
es verlo morir en vida...
es verlo destruir su futuro...
es un sentimiento de culpa...
es la impotencia
ante la potencia del veneno...
es sentir un profundo vacío...
y la resignación...
y la angustia...
y la bronca...
y miles de preguntas sin respuestas...
y miles de recuerdos de ese hijo amado
cuando aún sonreían juntos...
Areco Alerta
13 de abril de 2014 - Redes sociales