Catamarca
El Rodeo y Siján fueron arrasados por aludes tras un trágico temporal
El mayor desastre se produjo en El Rodeo, por el desborde del río Ambato. Hubo un muerto en Siján, otro en Belén y una mujer alcanzada por un rayo en Fiambalá.
La movilización del Gobierno fue inmediata hacia la zona de desastre, y en declaraciones a la prensa, la propia gobernador Lucía Corpacci admitió que "la población de El Rodeo necesitará ser reconstruida" y fue declarada en emergencia.
El mismo temporal de la noche del jueves provocó desastre y muerte al otro lado del cordón montañoso del Ambato. Es que la tormenta se focalizó en el cerro El Manchao, una de las cumbres más conocidas del Ambato.
Del lado oeste, un alud de barro especialmente, se llevó todo por delante en la localidad de Siján, en el departamento Pomán. Allí se confirmó el fallecimiento de una persona mayor de 73 años, oriunda de Rincón, a pocos kilómetros de la pequeña población pomanista arrasada por más de un metro y medio de barro y piedras (ver pág. 6).
La devastación también fue importante en Siján. El lodo sepultó los campos en los que se esperaba hacer la cosecha de la vid muy pronto. Las casas más humildes fueron totalmente destruidas, y las que quedaron en pie, están totalmente llenas de lodo, arena y piedras. La tormenta siguió marcando un surco de tragedia hacia el oeste de la provincia.
En la localidad de Río Grande, en Fiambalá (Tinogasta), Graciela Zandón, de 48 años y madre de 11 hijos fue alcanzada por un rayo o una centella. Murió fulminada al instante y algunos de sus hijos resultaron heridos. (ver pág. 14)
Al final, en Belén, hubo granizo, lluvia y otra muerte, a causa de la crecida de un río. Fue en el paraje El Durazno, donde la violenta crecida de un río arrastró a una mujer y provocó su fallecimiento.
Frente a la catástrofe, el Gobierno impulsó mecanismos de asistencia tanto en Siján como en El Rodeo y todas las poblaciones afectadas.
Se logró la misma acción de parte de todos los municipios vecinos a El Rodeo, desde la Capital hasta Los Varela, Las Juntas, La Puerta y otros. Se organizó un Comité Operativo de Emergencia (COE), que hizo base en el edificio de la subcomisaría de El Rodeo y en la Hostería Provincial, donde anoche se brindó una conferencia de prensa en la que se dieron detalles del operativo de asistencia a los damnificados. Todo el arco político de la provincia manifestó sus condolencias, su solidaridad y se ofrecieron a ayudar para estas horas amargas de los catamarqueños.
Las tareas de rescate y búsqueda de las víctimas se suspendió durante la tarde noche de ayer. Sin luz natural, era imposible seguir removiendo el lodo y las piedras. Se adelantó, en este marco, que se enviaría a Catamarca perros adiestrados en las tareas de búsqueda de personas, desde Córdoba y San Luis, que arribarían hoy. Se decretó un duelo de 3 días en toda la provincia, en respeto de las víctimas.
Las personas fallecidas son Candelaria Díaz Mendibe (5), Daiana Ahumada (7) y María Luisa Castiglione (52), de Santiago del Estero, de la familia vinculada a los ex propietarios del diario El Liberal, que tienen casa en El Rodeo. Los desaparecidos, en tanto, están muy vinculados a las víctimas María Zulma Mendibe (madre de la pequeña Candelaria), Agostina Ahumada (hermana de Daiana) Ana Carolina Sal, Dora González de Castiglione, Romina Julieta Silva (25), Adrián Álvarez (52), Emiliano Darío Álvarez (14) y Graciela Contreras.
Testimonios y voces de la tragedia: búsquedas e historias en la pérdida
Tras la lamentable catástrofe que azotó El Rodeo y Siján, los damnificados relataron cómo vivieron las horas más desesperadas de sus vidas.
La casa de una reconocida familia santiagueña fue arrasada por el alud que castigó la localidad catamarqueña de El Rodeo.
“Cuando llegó la crecida del río desbordó el centro de El Rodeo, nosotros estábamos en la zona del Mástil, donde pudimos atarnos con una soga y entrar a una casa a sacar a tres ancianas”, relató un testigo al Nuevo Diario, medio de la provincia vecina.
“Luego, el cauce siguió desbordando con más intensidad hacia la casa de una familia de Santiago del Estero de apellido Castiglione, pero en ese momento nada se pudo hacer ya que la corriente era muy fuerte y traía piedras, autos, etc.”, añadió.
Minutos después, el socorrista continuó el relato: “Una vez que bajó un poco, nos atamos nuevamente y pudimos llegar a la casa de esta familia santiagueña. Había dos personas que estaban en medio del barro y agarradas de piedras. Logramos ayudarlas y sacarlas, pero lamentablemente faltaban tres integrantes de la familia”.
Luego del poderoso alud de barro y piedras que desbastó la localidad de Siján, Ilda Nieva, sobreviviente de la catástrofe, quien además hace mas de 50 años que vive en esas tierras, comentó a El Esquiú.com la difícil situación que le tocó vivir junto a su familia tras el paso del temporal: “Fue muy rápido todo lo que sucedió. Durante todo el día el calor no nos dio tregua, por lo que con mi familia nos preparábamos para descansar, hasta que comenzamos a ver gran cantidad de rayos en la zona del cerro de Siján. Entonces pensamos que por fin íbamos a tener alivio con la llegada de la lluvia. De repente nos quedamos sin energía. Supusimos que era un corte general, ya que el pueblo quedó a oscuras por completo. Una vez que comenzamos a escuchar el ensordecedor ruido de las piedras y logramos ver la cantidad de agua que bajaba desde la montaña, mi familia y yo agarramos lo que pudimos y decidimos salir de nuestra casa. Teníamos tanto miedo. No veíamos nada, sólo un río de barro que, a medida que pasaban los minutos, aumentaba su caudal y resultaba muy complicado correr, ya que el mismo lodo nos impedía movernos. La desesperación fue tal que lo único en lo que yo pensaba era en mis hijos, pese a que la finca de la que vivimos hace años quedó totalmente destruida por el alud: nos quedamos sin nada”, expresó la mujer, angustiada.
Ignacio Silva Molina, junto a su pareja y cuñadas, estuvo desde el principio en El Rodeo cuando se desató el violento temporal. Al enterarse de la incontenible inundación en la casa de los Castiglione, llegó al lugar para tratar de dar con las personas que se encontraban en el interior del domicilio, posiblemente, el que se llevó la peor parte de toda la trágica circunstancia acaecida en la localidad.
El pesar de todos los involucrados en la voluntariosa búsqueda fue grande al conocer la noticia del fallecimiento de uno de los integrantes de la familia.
Los operarios de EC SAPEM trabajaron bajo la lluvia con los cables de alta tensión para resguardar las casas afectadas y restablecer el servicio en otras tantas. A pesar de la llovizna y el riesgo, no pararon un segundo de trabajar para devolver la calma a la población. “Nunca creímos ver esto, para nosotros era tan sólo una leyenda”, aseguraron.
Fuentes:El Ancasti
El Esquiú