Rubén Recarte, dirigente del Centro de Almaceneros de General Pico, indicó que algunos cambios que afectaron a los supermercados han sido favorables para el pequeño comercio como el cierre dominical. En tanto que la implementación de precios congelados no ha producido mayores consecuencias.
El referente de los comerciantes locales explicó que este ha sido un año con diferentes cambios para el heterogéneo sector que representan desde el gremio.
Uno de los temas a nivel nacional ha sido la implementación de una canasta de artículos con precios congelados, para dar alivio a los consumidores por la inflación que afecta a algunos productos. Incluso esta semana en Capital federal y Buenos Aires el gobierno implementó un acuerdo que incluye a 201 artículos que por acuerdo con las grandes cadenas de supermercados mantendrán un valor económico sin alteraciones. Sin embargo esta medida no ha tenido repercusiones en el pequeño comerciante piquense.
Recarte analizó que no todos los productos llegan a los supermercados de esta ciudad, pero además no existe una competencia directa con lo que ofrecen almacenes, kioscos o despensas. Locales de barrios que ofrecen otro tipo de servicio, más allá las ofertas de las grandes superficies. Son negocios que apuntan a la cercanía con los vecinos y el trabajo con horarios extendidos.
El referente del centro manifestó que la posibilidad de lograr acuerdos de precios o promociones de productos no les parece algo negativo, y que hubo una iniciativa para lograr cadenas de compras pero alcanzar el acuerdo entre los comerciantes es difícil.
Cierre dominical
En relación al sector comercial, Recarte también se refirió a la situación económica actual y explicó que no se han notado demasiados incrementos por las ventas de navidad y fin de año.
Lo que si destacó como importante fue la aplicación de la nueva ley provincial de cierre dominical.
El cambio de legislación fue visto como algo positivo por parte del dirigente almacenero, ya que según afirmó desde que está vigente muchos comercios han logrado duplicar sus ventas del fin de semana.
Para despensas y kioscos la competencia con supermercados y autoservicios es imposible, pero a partir del cierre obligatorio esa disparidad desapareció. Si bien Recarte reconoció que algunos de los comerciantes debieron adaptar sus espacios para no sobrepasar los 40 metros cuadrados que dispone la ley, estimó que aún así fue una buena medida.