Los aumentos
recientes de la rabia humana en algunas zonas de África, Asia y América Latina
indican que la rabia está resurgiendo como grave problema de salud pública.
Cada año mueren por esta
enfermedad más de 55.000 personas.
Cada 28 de setiembre se conmemora el Día Mundial
contra la Rabia, la misión de esta fecha es promover la
educación sobre el control y prevención de la rabia a nivel local, movilizar y
coordinar recursos hacia la prevención de la rabia humana y el control de la
rabia en animales.
Como es de conocimiento, la rabia humana es 100% prevenible pero requiere
educación y acceso al suministro de biológicos
Los niños son el grupo más vulnerable y están sujetos a las
agresiones múltiples. La rabia en humanos se puede prevenir asegurando
a las personas en riesgo la atención y el control adecuado de los animales,
educar a las poblaciones vulnerables y mejorar el acceso a la salud de los que
han sido mordidos.
¿Qué es la rabia?
Es una enfermedad causada por un virus denominado “Virus de la
Rabia”, que se encuentra en la saliva de un animal rabioso, se
introduce al cuerpo humano al momento de la mordedura y luego el virus llega al
cerebro.
¿Cómo es la enfermedad en el perro?
Cambia su conducta, se pone intranquilo, no tiene apetito, se esconde en
rincones oscuros, no quiere tomar agua, se torna agresivo de un momento a otro.
En algunos casos presenta la mandíbula caída, con aparente atragantamiento.
¿Cómo se transmite?
Por mordedura de animal rabioso.
Al tener contacto con la saliva del animal rabioso.
¿Qué hacer si un perro muerde?
Si esto llega a suceder debe lavar la mordedura con abundante agua y jabón,
ubicar al can mordedor para que sea puesto en observación y acudir a un centro
de salud para recibir la atención oportuna y el tratamiento antirrábico.
En Rosario se vacunará gratuitamente
Al cumplirse el “Día
Mundial de la Lucha Contra la Rabia”. El Dr. Cossia realizará una campaña
de vacunación a mascotas en la zona del Parque España.
“Ante la ausencia del estado en medidas sumamente importante para la sociedad,
he decidido comprometerme en aportar lo que me corresponde como un ciudadano
común, enfatizó Carlos Cossia.
La campaña se realizará hoy(Sábado 28)en el parque España desde las 10
Hs. hasta las 13.
Datos y cifras
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Hay rabia en más de
150 países y territorios.
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Cada año mueren por esta
enfermedad más de 55.000 personas, principalmente en Asia y África.
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El 40% de las personas mordidas
por animales presuntamente rabiosos son menores de 15 años.
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En la gran mayoría de los casos
fatales de rabia humana, los perros han sido la fuente de infección
·
La limpieza de la herida y la
inmunización en las horas siguientes al contacto con un animal presuntamente
rabioso pueden evitar la aparición de la enfermedad y la muerte.
·
Cada año más de 15 millones
de personas en todo el mundo reciben tratamiento profiláctico posexposición con
la vacuna, para prevenir la enfermedad. Se calcula que de este modo se
previenen cientos de miles de muertes anuales por rabia.
La rabia es una zoonosis
(enfermedad transmitida al ser humano por los animales) causada por un virus
que afecta a animales domésticos y salvajes, y se propaga a las personas a
través del contacto con la saliva infectada a través de mordeduras o arañazos.
La rabia está presente en todos
los continentes, excepto en la Antártida, pero más del 95% de las muertes
humanas se registran en Asia y África. Una vez que aparecen los síntomas, la
enfermedad es casi siempre mortal.
La rabia es una enfermedad
desatendida de poblaciones pobres y vulnerables, en las que rara vez se
notifican las muertes. Ocurre principalmente en comunidades rurales aisladas,
donde no se toman medidas para prevenir la transmisión de la enfermedad de los
perros a los humanos. La subnotificación de la rabia también impide la
movilización de recursos de la comunidad internacional para eliminar la rabia
humana transmitida por los perros.
Manifestaciones clínicas
El periodo de incubación de la
rabia suele ser de 1 a 3 meses, pero puede oscilar entre menos
de una semana y más de un año. Las primeras manifestaciones son la fiebre, que
a menudo se acompaña de dolor o parestesias (sensación inusual o inexplicada de
hormigueo, picor o quemazón) en el lugar de la herida.
A medida que el virus se
propaga por el sistema nervioso central se produce una inflamación progresiva
del cerebro y la médula espinal que acaba produciendo la muerte.
La enfermedad puede adoptar dos
formas. En la primera, la rabia furiosa, con signos de hiperactividad,
excitación, hidrofobia y, a veces, aerofobia, la muerte se produce a los pocos
días por paro cardiorrespiratorio.
La otra forma, la rabia
paralítica, representa aproximadamente un 30% de los casos humanos y tiene un
curso menos dramático y generalmente más prolongado que la forma furiosa. Los
músculos se van paralizando gradualmente, empezando por los más cercanos a la
mordedura o arañazo. El paciente va entrando en coma lentamente, y acaba por
fallecer. A menudo la forma paralítica no se diagnostica correctamente, lo cual
contribuye a la subnotificación de la enfermedad.
Diagnóstico
No se dispone de pruebas para
diagnosticar la infección por rabia en los humanos antes de la aparición de los
síntomas clínicos, y a menos que haya signos específicos de hidrofobia o
aerofobia, el diagnóstico clínico puede ser difícil de establecer. La rabia
humana se puede confirmar en vida y posmortem mediante diferentes técnicas que
permiten detectar virus entero, antígenos víricos o ácidos nucleicos en tejidos
infectados (cerebro, piel), y también en orina o saliva.
Transmisión
Las personas se infectan por la
mordedura o el arañazo profundos de un animal infectado. Los perros son los
principales huéspedes y transmisores de la rabia. Estos animales son, en todos
los casos, la fuente de la infección que causa las 50.000 muertes por rabia
humana que se calcula ocurren anualmente en Asia y África.
Los murciélagos son la
principal fuente de infección en los casos mortales de rabia en los Estados
Unidos y Canadá. La rabia del murciélago se ha convertido recientemente en una
amenaza para la salud pública en Australia, América Latina y Europa Occidental.
Sin embargo, en estas regiones el número de muertes por rabia transmitida por
murciélagos es pequeño en comparación con las provocadas por mordeduras de
perros infectados. Los casos mortales en humanos por contacto con zorros,
mapaches, mofetas, chacales, mangostas y otros huéspedes carnívoros salvajes
infectados son muy raros.
También puede haber transmisión
al ser humano en caso de contacto directo de material infeccioso (generalmente
saliva) con mucosas o heridas cutáneas recientes. La transmisión de persona a
persona por mordeduras es teóricamente posible, pero nunca se ha confirmado.
Aunque es raro, también puede
contraerse la rabia por trasplante de órganos infectados o inhalación de
aerosoles que contengan el virus. La ingestión de carne cruda o de otros
tejidos de animales infectados no es fuente de infección humana.
Tratamiento posexposición
La profilaxis posexposición
(PPE) consiste en:
·
tratamiento local de la herida,
iniciado tan pronto como sea posible después de la exposición;
·
aplicación de una vacuna
antirrábica potente y eficaz conforme a las recomendaciones de la OMS;
·
administración de inmunoglobulina
antirrábica, si está indicado.
El tratamiento eficaz
inmediatamente después de la exposición puede prevenir la aparición de los
síntomas y la muerte.
Tratamiento local de la herida
Un medio de protección eficaz
consiste en eliminar el virus de la rabia del lugar de la infección con métodos
químicos o físicos. Por consiguiente, resulta muy importante proceder
rápidamente al tratamiento local de todas las mordeduras y arañazos que puedan
estar contaminados por el virus de la rabia. Los primeros auxilios recomendados
consisten en el lavado inmediato y concienzudo de la herida durante un mínimo
de 15 minutos con agua y jabón, detergente, povidona yodada u otras
sustancias que maten al virus de la rabia.
Tratamiento recomendado
La profilaxis posexposición que
se recomienda depende del tipo de contacto con el animal presuntamente rabioso
(véase la tabla).
Profilaxis posexposición recomendada |
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Tipo de contacto con un animal presuntamente rabioso |
Medidas profilácticas posexposición |
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Tipo I –tocar o alimentar animales, lamedura sobre piel intacta |
Ninguna |
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Tipo II- mordisco en piel expuesta, arañazo o erosión leves, sin sangrado |
Vacunación y tratamiento local de la herida, de inmediato |
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Tipo III –mordeduras o arañazos transdérmicos (uno o más),
lameduras en piel lesionada; contaminación de mucosas con saliva por
lamedura; contacto con murciélagos. |
Rápida vacunación y administración de inmunoglobulina antirrábica; tratamiento local de la herida |
La profilaxis posexposición es
necesaria en todos los casos de exposición de tipo I o II en los que
se evalúe que existe riesgo de que la persona desarrolle la enfermedad. Este
riesgo es mayor si:
·
el mamífero agresor es de una
especie que se sabe sirve de reservorio o vector de la rabia;
·
el animal tiene mal aspecto o su
conducta es anormal;
·
la saliva del animal ha
contaminado una herida o mucosa;
·
la mordedura no fue el resultado
de una provocación;
·
el animal no está vacunado.
En los países en desarrollo,
los datos sobre la vacunación del animal sospechoso no se deben tomar en cuenta
para decidir no iniciar el tratamiento profiláctico.
¿Quiénes corren mayor riesgo?
La rabia canina constituye una
amenaza potencial para más de 3300 millones de personas en Asia y África.
El mayor riesgo lo corren quienes viven en zonas rurales donde no hay
disponibilidad o facilidad de acceso a las vacunas e inmunoglobulinas humanas.
Los pobres corren mayor riesgo,
puesto que el costo medio de la profilaxis posexposición tras el contacto con
un animal presuntamente rabioso es de US$ 40 en África y US$ 49 en
Asia, donde los ingresos diarios medios son de aproximadamente US$ 1–2 por
persona. Se calcula que la rabia causa 20 000 muertes al año en la
India (esto es, aproximadamente 2/100 000 personas en riesgo); en África,
la cifra correspondiente es de 24 000 (aproximadamente 4/100 000
personas en riesgo).
Aunque pueden verse afectadas
personas de cualquier edad, la rabia es más frecuente en los menores de
15 años; por término medio, un 40% de los tratamientos profilácticos
posexposición se administran a niños de 5 a 14 años, en su
mayoría varones.
También están en riesgo todas
las personas con exposición continua o frecuente o con un aumento de la
probabilidad de exposición debido a la naturaleza de su ocupación o lugar de
residencia. Los viajeros que pasen mucho tiempo al aire libre en zonas rurales
de alto riesgo donde el acceso inmediato a la atención médica apropiada sea
limitado también se deben considerar en riesgo, con independencia de la
duración de la estancia. Los niños que viven en zonas afectadas por la rabia o
las visitan corren un riesgo especialmente alto.
Prevención
Eliminación de la rabia canina
La rabia es prevenible mediante
vacunación. La estrategia más rentable de prevención de la rabia humana
consiste en eliminar la rabia canina mediante la vacunación de los perros. La
vacunación de los animales (y en particular de los perros) ha reducido el
número de casos de rabia tanto humana como animal en varios países, y en
especial en América Latina. Sin embargo, los aumentos recientes de la rabia
humana en algunas zonas de África, Asia y América Latina indican que la rabia
está resurgiendo como grave problema de salud pública.
La prevención de la rabia
humana mediante el control de la enfermedad en los perros domésticos es un
objetivo realista en gran parte de África y Asia, y está justificada desde el
punto de vista económico por el ahorro futuro en profilaxis posexposición
humana.
Inmunización humana preventiva
Se dispone de vacunas seguras y
eficaces para la inmunización preventiva. Se recomienda la vacunación de los
viajeros que pasen mucho tiempo al aire libre, particularmente en zonas
rurales, y realicen actividades como ciclismo, acampadas o senderismo, y
también de los viajeros o expatriados cuya estancia en zonas con riesgo
importante sea prolongada. También se recomienda la inmunización preventiva de
las personas que tienen ocupaciones de alto riesgo, como los trabajadores de
laboratorio que trabajan con virus de la rabia y otros lisavirus vivos, y las
personas que realizan actividades que puedan ponerlas en contacto directo, por
razones profesionales u otras, con murciélagos, animales carnívoros y otros
mamíferos de zonas afectadas por la rabia. Como se considera que los niños
corren mayor riesgo porque tienen tendencia a jugar con los animales y pueden
sufrir mordeduras más graves o no notificar las mordeduras, conviene analizar
la posibilidad de vacunarlos si residen o visitan zonas de alto riesgo.
Respuesta de la OMS
Durante por lo menos tres
décadas, la OMS ha bregado por romper el “círculo de desatención” en materia de
prevención y control de la rabia, especialmente en los países de ingresos bajos
e intermedios, a través de la sensibilización, la realización de encuestas y
estudios, y la investigación sobre el uso de nuevos instrumentos.
La Organización sigue
fomentando la prevención de la rabia humana mediante la eliminación de la rabia
canina y un mayor uso de la profilaxis posexposición por vía intradérmica, que
reduce el volumen y el costo de la vacuna de cultivos celulares en un
60 a 80%.
La OMS apoya los objetivos de
eliminar la rabia humana y la rabia canina en todos los países de América
Latina para 2015, y la rabia humana transmitida por perros en Asia
Sudoriental para 2020. En esta última región, un plan quinquenal
(2012-2016) se ha propuesto como meta reducir a la mitad el número actualmente
estimado de muertes humanas por rabia en los países endémicos.