Opinión
Por Norma López, concejala del Frente para la Victoria en Rosario.- Vice Pta Concejo Muncipal
La
ausencia de la querida Silvia De Césaris, -una ausencia eterna y enorme
como luchadora de los derechos de los trabajadores y los derechos de
género-, reabre el debate en torno al cupo femenino como herramienta
efectiva de equidad entre varones y mujeres.
Nuestra
Carta Magna es riquísima a la hora de dar garantías de equidad. Basta
como muestra el artículo 37 de la Constitución Nacional: "La igualdad de
oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos
y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de
los partidos políticos y régimen electoral".
El cupo es
un piso obligatorio para candidaturas y cargos electivos. La ley no debe
ser violentada resolviendo el caso de la vacancia en contra de lo
dispuesto por las normas y por los antecedentes de la Justicia
Electoral, del Honorable Senado de la Nación y de las legislaturas
locales.
La Cámara
de Diputados de la Provincia tiene 50 legisladores de los cuales y tras
la aplicación del 30% -en Santa Fe, ese porcentaje es levemente
superior al nacional-, ubica a 16 mujeres en representación del cupo
femenino.
Sin Silvia,
las diputadas son 15. El concepto de cantidad mínima será la unidad
superior, por cuanto el número de legisladoras que cumplen con el
porcentaje –mínimo, insisto- que cubre el cupo femenino es 16. En el
caso de que entrase un varón, estaríamos por debajo de ese piso.
La renuncia
de la candidata electa en Rosario por el PRO en una clara y grotesca
dimisión a favor de su sucesor en la lista y referente político, unió a
todos los partidos políticos para garantizar el cupo, en diciembre de
2011. Los bloques de concejales aceptamos el pliego de la nro 5 de
aquella propuesta electoral. Decisión política para no lesionar y
garantizar el cupo femenino.
En mayo de
2012, una concejala rosarina del PS renunciaba a su banca. La lista por
la cual había accedido en 2009, cumplía con el cupo pero con debilidad.
Ella encabezaba la lista de concejales y la próxima mujer, aparecía en
sexto lugar. Sostuvimos la misma posición que estamos sentando aquí.
Debía ser reemplazada por otra mujer. Lamentablemente, los dirigentes de
las otras fuerzas políticas, no se animaron a dar un salto cualitativo.
Aunque debo reconocer que en esa ocasión, si bien perdimos una mujer,
el cupo mínimo quedó garantizado.
¿Qué es lo
que aún nos falta sobre el cupo femenino a casi 20 años de la sanción de
la ley 10.802? Generar consenso para superar la etapa del respeto a la
ley sólo en el armado de las listas legislativas. Es necesario
garantizar las vacancias generadas en lugares ocupados por mujeres: una
legisladora debe ser reemplazada por otra cuando la vacancia pone en
riesgo el cupo.
En 2012,
presentamos como FpV, una propuesta para modificar el reglamento interno
del Concejo Municipal de Rosario y otra iniciativa para que
legisladores provinciales, analizaran y modificaran la ley 10.802, para
asegurar el cupo en todas las instancias electorales.
Necesitamos
dirimir los casos en los cuales la vacancia de cargos legislativos de
mujeres vulnere el cupo femenino y sea reemplazada por la próxima mujer
en la lista.
Y poco
importan los nombres propios y la pertenencia partidaria en la
consolidación de derechos de género. Cada período histórico tiene las
particularidades que definen los avances y retrocesos en el acceso y
ejercicio de derechos plenos. ¿Es necesario debatir y optar por el
retroceso?.