Mario Mazzitelli |
Ante la manifiesta incomprensión de los alcances de la Ley por parte de la dirigencia política, el periodismo y la opinión pública en general;hoy se hace la mayor experiencia en el uso de la Ley en el frente político UNEN. Y todo lo que tienen para decir desde el oficialismo es que sus integrantes son distintos. Chocolate por la noticia Senador Filmus.
A pesar de la foto en que la presidenta Cristina Fernández aparece con el devenido en uno de los más gordos sindicalistas del gremialismo argentino y ex agente civil de inteligencia del batallón 601 de la dictadura militar Gerardo Martínez; nadie cree que Cristina y Gerardo Martínez sean lo mismo. En este caso, la presidenta privilegió una alianza táctica con la CGT-Balcarce que le responde y asumió a cada uno de sus integrantes, entendiendo que el “todo” es algo distinto que la particularidad de alguna de sus “partes”.
En esto nuestra diferencia es que: en cualquier frente político en que nos encontremos no caben ni los corruptos ni los partícipes del terrorismo de Estado que asoló a los luchadores sociales y políticos entre 1976 y 1983. Dicho lo anterior quiero agregar otro ejemplo. Aunque Daniel Filmus y José Luis Gioja dicen pertenecer al mismo Proyecto Nacional y Popular, para mí son bien distintos. La defensa de la Ley de Glaciares por parte del primero lo sitúa en las antípodas del violador serial de la misma Ley ya vetada por Cristina en 2008.
Sin embargo, y esto siempre lo entendieron mejor los peronistas que los socialistas, la construcción de Poder no se puede hacer restringiendo todo a la suma de los iguales. Eso genera, muchas veces, algo más parecido a una secta que a una fuerza política que quiere cambiar la realidad. Por eso el 18 de noviembre de 2012, escribí una nota bajo el título “Más Unidad” en la que decía: “La unidad hace la fuerza. Y el PSA defiende la “unidad en la diversidad” como forma de acumular fuerza en torno a un cambio que la sociedad argentina comienza a demandar.”
Pienso –quizás en mi caso con exagerado optimismo histórico- que este modelo de capitalismo neo-colonial extractivista-desarrollista comienza a agotarse y nuestro pueblo emprenderá rápido la búsqueda de otro proyecto. Y eso obliga a cambiar la agenda, abrir un debate potente y construir un nuevo Poder. Por eso en ningún lado “todos somos iguales”.
Acepto que hemos asumido el riesgo de alcanzar entendimientos con quienes pueden tener diferencias sustantivas con nosotros, pero muestran el compromiso de iniciar el debate sobre el rumbo de la Argentina futura excluyendo el método de la corrupción sistemática o marginal como forma de construir Poder. Nosotros iniciamos una travesía con Pino Solanas en 2007. En el PSA pensamos –mayoritariamente- que Pino podría ser una gran presidente. Hemos actuado juntos atravesando buenos y malos momentos. Pero “al que es amigo jamás lo dejes en la estacada” y sin hacer seguidismo, creemos que Pino ha entendido creativamente el potencial de la nueva legislación electoral. UNEN será una de las pocas primarias interesantes que tendrá este 2013. La idea es ganar la elección en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y todos saben que solos nunca hubiéramos podido. Si ganamos las PASO y luego a los dos gobiernos algo interesante va a quedar instalado para el 2015. Por otro lado Daniel Filmus debería recordar la famosa frase de Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. El FPV en la Ciudad hace siempre lo mismo: lo pone a Daniel Filmus para que sea derrotado por Mauricio Macri. Ya lo hizo en otras oportunidades. De esta manera le da poder a Macri para mantener vivo el viejo truco: “ojo que si no nos votan a nosotros viene la derecha”. Je! …dirían los chicos, ya nos avivamos.
Daniel Filmus es suficientemente inteligente para no responder hoy en Página 12: “Creo que son un conjunto de sectores que dieron un paso atrás. Siempre aspiraron a ser una opción por izquierda, pero tras esta nueva alianza no hicieron más que sumar una opción de derecha…” Pensar que la compleja realidad puede ser reducida a un segmento en que la lucha se reduce a ver quien está más a la izquierda, recuerda mucho más a una enfermedad infantil que a la lucha de sectores sociales, políticos y culturales por hacer prevalecer -democráticamente- un proyecto propio por sobre los demás.
En todo caso nosotros seguimos creyendo en las 5 causas que dieron origen al movimiento Proyecto Sur en 2007 que claramente tiraron abajo la pared que los sectores claudicantes del kirchnerismo habían construido en el flanco izquierdo del gobierno. Y pensamos que tras la traición, emboscada y derrota que sufrimos en las elecciones del 2011, nada mejor que un gran triunfo de Pino Solanas en la Ciudad para relanzar en las nuevas condiciones históricas un Proyecto de Liberación Nacional y Social. Podremos estar en lo cierto o equivocados. Pero en todo caso la verificación no será obra de quienes escribimos unas líneas, sino del protagonista de toda nuestra historia que es nuestro pueblo. El 11 de agosto empezaremos a saber si construimos el camino que nos lleva adonde queremos ir. O no.
Mientras tanto pondremos toda la energía para ganarle a los dos gobiernos, que a esta altura radican su fuerza en el manejo de las estructuras de Estado, antes que en la posibilidad de dibujar en la mente y el corazón de los argentinos un futuro mejor para todos y todas. Y en particular para el sufriente pueblo trabajador que en una proporción significativa sigue explotado y marginado como en los peores tiempos.