COMUNICADO
Otra vez, y a sólo horas de que denunciáramos la sucesión de amenazas, el mismo cuidador que golpeara con un rebenque a un militante del movimiento hoy volvió a atacar.
En horas del mediodía Gustavo Zapata, cuidador de Ratner vinculado a Borgonovo, interceptó el auto en el que se desplazaba el militante de Giros. Le bloqueó el paso, sacó de su baúl un arma tipo tumbera y mientras lo amenazaba con la misma, comenzó a lanzarle piedrazas al auto.
Mientras el compañero retrocedía continuó las amenazas hasta que llegaron otros militantes del movimiento y el cuidador ingresó con su auto al terreno de Ratner para continuar las provocaciones ya sin el arma.
Para evitar la confrontación, nos retiramos del lugar y nos dirigimos a la comisaría a hacer la denuncia correspondiente donde nos encontramos con Ratner y su mujer que fueron a inventar una historia donde nos ponían a nosotros como los agresores.
Ya es insoportable la situación de violencia y provocación que están generando la empresa Cimar S.A., Mario Jáuregui, Esteban Borgonovo, Alberto Ratner y la Municipalidad de Rosario.
Cada uno de estos hechos puede terminar con compañeros muertos y heridos. Ya no sabemos qué más hacer, ante quien denunciar para que alguien se haga cargo de esta situación.
En estos momentos estamos intentando comunicarnos con funcionarios provinciales para que nos atiendan de urgencia y para que tomen cartas ya en el asunto. Que garanticen nuestra seguridad física y resuelvan la cuestión de fondo que de dilatarse terminará en una tragedia. Lo venimos anunciando y venimos haciendo todas las gestiones políticas y pacíficas para resolverlo.
La mentiras de la provincia y la municipalidad para con el bloque oficialista y las misma acciones por parte de Borgonovo para con los bloques peronistas tiene un solo fin: frenar la expropiación como solución pacífica y demonizar y tildar de violento al Movimiento Giros para anular su accionar político y legítimo en la ciudad.
Pd: En estos momentos Gustavo Zapata se encuentra frente a la casa de uno de los trabajadores del tambo amenazando también a la familia con el mismo arma.