El locutor Pablo García, el hijo del periodista Eduardo Aliverti que el
domingo de la semana pasada atropelló y mató a un vigilador en la
Panamericana, no se presentó a declarar ante un juzgado de Faltas
bonaerense por lo que fue declarado en rebeldía, e inhabilitado
preventivamente para conducir hasta tanto se resuelva su situación
penal.
Además, el juez de Faltas de Don Torcuato, en el partido de Pilar,
Rodrigo Senestrari, le impuso una multa de 6.589 pesos y la obligación
de asistir a un curso en el Centro de Adicciones bonaerense que deberá
aprobar para recuperar su licencia de conducir.
"Esta persona (García), independientemente de que sea culpable o
inocente, al momento que deba recuperar su licencia deberá no sólo
realizar sino aprobar el curso que determine que está en condiciones.
Esa aprobación debe ser enviada al juzgado para que autorice la
devolución de la licencia o, en caso que esté vencida, una nueva
expedición", indicó el magistrado.
García estaba citado para esta mañana a las 11 y tras la media hora
de espera que otorga el Código de Faltas, se lo declaró en "rebeldía",
por lo que Senestrari estuvo en condiciones de emitir una sentencia.
Según el juez, el hijo de Eduardo Aliverti fue notificado el 22 de
febrero último "personalmente que la audiencia para presentarse ante el
juzgado de Faltas era hoy".
"Hasta que se determine la responsabilidad penal de esta persona no
va a poder conducir porque, si es considerado culpable, el fiscal tiene
todas las facultades para inhabilitarlo por un tiempo más y si es
considerado inocente, previo al curso de adicciones, podrá sacar
nuevamente su licencia de conducir", dijo a Télam el titular de ese
juzgado.
Esta causa administrativa se originó a raíz de la infracción de
tránsito que se le labró a García (28) cuando la Policía Vial comprobó
que conducía alcoholizado la madrugada que atropelló y mató al vigilador
Reinaldo Rodas (53) en el kilómetro 52 de la autopista Panamericana.
Para determinar la sentencia, el juez tuvo en cuenta "el alto grado
de alcohol, el acta de procedimiento, la forma en la cual se realizó el
test de alcoholemia y lo que manifestó la policía de seguridad".
El juez aclaró que la causa administrativa por la infracción de
tránsito que tramita su juzgado, "transcurre de forma paralela e
independiente a lo que ocurre en la causa penal", que tiene a su cargo
la fiscal de Pilar, María Inés Domínguez.
"Acá se inició una actuación por la infracción de tránsito que
cometió García" al manejar con 1,45 grados de alcohol, cuando el máximo
permitido es 0,5, destacó el juez.
El juez explicó a Télam que la fiscal del caso puede tomar este fallo
como un "agravante", respecto a la incidencia que pueda tener en la
causa penal.
"Mi sentencia dice que las notificaciones se deberán hacer al
imputado; a la Dirección de Política de Seguridad Vial; a la Agencia
Nacional de Seguridad Vial; a la fiscalía tres de Pilar que lleva la
causa, para que sea contemplado en la causa penal; y al Area de
Licencias de la Ciudad de Buenos Aires porque su licencia es de allí.
Todos para que tengan conocimiento de la inhabilitación", señaló
Senestrari.
El accidente ocurrió el domingo de la semana pasada cuando García
circulaba a bordo de su Peugeot 504 y atropelló a Rodas, quien se
movilizaba en una bicicleta por la banquina de la Panamericana y se
dirigía a trabajar como vigilador privado en el country "Mapuche".
Según la sospecha de los investigadores, a raíz del impacto, Rodas se
incrustó en el parabrisas y quedó dentro del habitáculo del conductor.
García condujo con su víctima unos 17 kilómetros hasta el peaje de la autovía en la localidad bonaerense de Pablo Nogués.
Un testigo declaró la semana pasada que García no detuvo su marcha
tras embestir al vigilador y se alejó a 130 kilómetros por hora,
mientras que la empleada del peaje afirmó que el periodista avisó que
traía un atropellado y desmintió que haya bromeado sobre el hecho.