“La bicisenda puede convivir
perfectamente con los puestos gastronómicos de la Rambla Catalunya y eso no lo
decimos nosotros"
El concejal justicialista Diego Giuliano recibió en el Concejo a
los vendedores de los carritos de la Rambla Catalunya quienes
manifestaron su preocupación de ser desplazados de su ubicación actual
en la Florida.
En noviembre del año pasado, el Concejo Municipal, por
iniciativa de Diego Giuliano, aprobó el Decreto 38465
para que el Municipio informe sobre la factibilidad de incluir dentro del
proyecto de remodelación de la Rambla Catalunya a los actuales vendedores
con puestos de venta de comida ubicados en la zona.
“Parece muy extraño que el Municipio hoy
quiera correr de lugar a los carritos, cuando en el pliego de licitación de la
Rambla Catalunya, los puestos gastronómicos convivían perfectamente con la
bicisenda y los demás usos. El pliego, que viene desde el 2009, ubicaba a los
carritos en su actual localización y establecía hasta un "modelo"
para su remodelación, pero en ningún caso planteaba cruzarlos de vereda.”
El proyecto de la Rambla está muy demorado: se
adjudicó en el año 2010, las obras comprometidas no se realizaron integralmente
(remodelación del área de playa, ampliación de oferta de baños públicos, duchas
y servicios en playa, remodelación de bordes y bancos, remodelación de la plaza
seca Gallo, alumbrado público, etc.) y el canon para la explotación de la
playa y de 5 restaurantes ubicados en un lugar estratégico de la ciudad es de
$17.000 durante la temporada y de $7.700 de abril a septiembre“, manifestó
el edil.
“La bicisenda puede convivir
perfectamente con los puestos gastronómicos de la Rambla Catalunya y eso no lo
decimos nosotros, es el propio pliego de la Licitación Pública para la
Remodelación y Mantenimiento del Complejo de Playas el que así lo define”,
recalcó Giuliano.
Parece que en vez de preocuparse por la
bicisenda, el Municipio la usa como excusa para beneficiar al concesionario de
la rambla quien, probablemente, no quiera la competencia de estos puestos de
venta de comidas”, afirmó el presidente del Bloque Encuentro
por Rosario.
“Hace más de treinta años que están los
carritos de nuestra costanera y el municipio no puede correrlos a su gusto y
conveniencia. Se deben garantizar las condiciones de seguridad alimentaria pero
no se los puede acorralar o mandarlos de un lado para otro, cuando se trata de
familias y personas que viven de eso, que están antes que el
concesionario de la rambla y que son, como en muchas ciudades del mundo, una
salida para mucha gente que no quiere o no puede hacer otro gasto”, concluyó
Giuliano.