Algunas reflexiones en torno a la problemática del consumo de sustancias en Rosario.

Opinión

Quisiera expresar y compartir para el debate algunas ideas en torno a la problemática del consumo de sustancias en Rosario.  Lo primero a repensar inexorablemente respecto al contexto social, económico y político ligado al consumo problemático de sustancias, es que cualquier etiqueta que busque ubicar a la ciudad como narcopolis, como una despreciable comunidad, no hace mas que estigmatizarla, profundizando el dolor, sin agregar soluciones, respuestas ni esfuerzos compartidos.

Archivo internet

 Son tiempos para políticas de Estado, para construirlas desde el dialogo, el encuentro y el intercambio. Rompiendo con la impunidad de aquellos que durante décadas hicieron de la política un negocio, de los negocios su cotidiana tarea.
 Cuales son las cifras y los métodos que hablan de un aumento del consumo de drogas solo en Rosario y la provincia de Santa Fe? Es que acaso lo mide el INDEC? Lo mide el deslegitimado SEDRONAR? Con cuanto personal se cuenta? Negar que hay un contexto nacional de ingreso de las sustancias por vía terrestre, aérea y marítima y que en ese marco, los aumentos se han dado en todas las provincias (mas allá de los colores políticos), seria como mínimo ingenuo.

 Ahora bien, las condiciones sociales del uso de sustancias se enmarcan en contextos complejos en tanto territorios, identidades, entramados, etc.
La anacrónica, estática y simplista forma de nombrar a las personas desde la idea del Adicto no refleja lo mucho que se ha escrito sobre su origen como palabra, sus sentidos, etc. También lo cierto es que ubicar a los sujetos de este modo nos produce más encerronas que apertura reflexiva.    Por eso, hablar de "una personalidad adicta" es, como mínimo sostener un paradigma funcionalista, biologicista, neo positivista y, desde ya- profundamente neoliberal.

 El consumo problemático de sustancias no es un problema genético, de personalidades o conductas, de individuos disfuncionales. Es un problema de sujetos y sociedades, de políticas y de salud. Hay que abordarlo desde las políticas sanitarias, de desarrollo social, desde el deporte y la cultura. No desde el encierro.

 Para indagar las formas de abordaje en torno al consumo problemático de sustancias, debería irse un poco mas allá de las voluntades individuales de las personas- de sus valentías; incorporar una mirada compleja e integral que dimensione todos y cada uno de los aspectos cotidianos de las personas es una tarea necesaria. No es ?ni debería ser- una inversión llegar a un tratamiento- es una decisión que no se toma solo ni de golpe; ni en una ni en ocho entrevistas. Hay que contextualizar e historizar mas. Hay que reglamentar la Ley Nacional de Salud Mental.

 Por esto no se es mejor o peor persona por consumir una sustancia. La historia de la humanidad nos habla de procesos diversos en torno a los sujetos y su relación con los objetos. Los hay vinculados al deseo, a lo prohibido, al vinculo, al presente, a la búsqueda del pasado. Habría que complejizar más, si la pesquisa busca ser más interesante.

Lo que lleva años es un fetiche fantasmático de "guerra contra las drogas" expresado en referentes mediáticos como Miroli o Izaguirre que han demostrado el rotundo fracaso en torno a un erróneo modo de pensar y abordar la problemática, buscando esconder, excluir, encarcelar a personas que requieren intervenciones de salud y no ingresar al circuito penal.

 Hablamos de contextos, situaciones, sentidos. Otro mito es pensar que 30 años de intervenciones y abordajes similares en torno al consumo problemático de drogas, no merece debate, diversidad, tensiones.

 El problema "drogas" no se resuelve con respuestas parciales o ineficaces de la vieja política, del clientelismo o el seudo progresismo; es éste quien evade un serio abordaje respecto de las adicciones, con visiones estigmatizantes, cortoplacistas, cerradas o corporativas; sosteniendo prejuicios y estrategias fragmentadas, aisladas o superpuestas; tampoco impulsa el recambio institucional que se necesita.

En síntesis, no corramos atrás de planteos facilistas, simplistas y homogéneos que quizás busque instalar algún trasnochado temiendo perder privilegios u oportunidades. Con la salud y las personas no debería seguir lucrándose más en la Argentina.

Podemos modificar el paradigma de abordaje del consumo problemático de sustancias en nuestro país, con más articulación política, social e institucional, quebrando los múltiples mitos que giran en torno a lo jurídico y cultural, en un contexto de profunda revisión de una penalidad que ya se cae de madura y requiere ser debatida y revisada, tal como lo ha planteado el mismo Gobernador Bonfatti y tantas organizaciones diversas.
De las miles de causas que se abren por infracciones a la ley actual de drogas, solo muy pocas han sido abiertas  por comercio de estupefacientes y el resto por tenencia.  Hay un profundo y gigantesco desafío por desarrollar. Avancemos.


Lic. Lautaro D´Anna.

Director Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia.

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