La cifra es la más alta de los últimos diez años. La gran mayoría de los 183 asesinatos ocurrió en el marco de ajustes de cuenta por drogas y peleas entre bandas. La tendencia se mantiene este año.
Las estadísticas marcan además un 15 por ciento de aumento respecto a 2011 . Todas surgen de un relevamiento de la Dirección de Análisis Criminal del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
Según se desprende de estos números, la tendencia al alza se ve reflejada también en la tasa de homicidios : en 2011, la marca fue de 13,8 muertes cada 100.000 habitantes; en 2012, ese número se elevó a 15,5 cada 100.000.
Otra arista relevante es que en su mayoría las víctimas son hombres jóvenes y de mediana edad: el 70 por ciento de los asesinados tenían entre 16 y 40 años . El porcentaje se repite en lo que respecta al tipo de arma utilizada: más de siete de cada diez homicidios fueron consumados con un arma de fuego.
Hay otro dato estadístico que expone la relación directa que existe en Rosario entre los homicidios y los ajustes de cuentas, muchos de ellos vinculados al narcotráfico. Tan sólo 23 casos sobre el total de asesinatos se produjeron en ocasión de robo , lo que representa un 12 por ciento.
En el informe presentado por la Dirección de Análisis Criminal se detalla también que un 60 por ciento de los homicidios perpetrados en 2012 están “camino a esclarecerse” porque tienen detenidos.
La tendencia no se detiene . En los primeros diez días de 2013 ya hubo seis homicidios. Tal como ocurrió en la mayoría de los casos del año pasado, todos se cometieron con armas de fuego y sólo dos de ellos se produjeron en ocasión de robo: un joven de 18 años fue acribillado por un ex policía cuando intentaba robarle la moto y un colectivero murió al recibir un tiro cuando quería evitar un asalto .
En los otros cuatros asesinatos se repiten las mismas constantes que en 2012: las víctimas fueron personas jóvenes, en barrios periféricos, caídas en peleas entre bandas o ajustes de cuentas.
Anteayer, una trabajadora social que colaboraba en un comedor murió al quedar en medio de un tiroteo (ver Matan...). El fin de semana, un chico de 18 años que iba con dos amigos en una moto fue baleado en la cabeza desde otro vehículo. En la misma noche, en la zona oeste, dos hombres fusilaron a un muchacho de 23 años. Y el 1° de enero, en barrio Toba, un joven de 29 años cayó tiroteado en una disputa entre vecinos.
A la hora de analizar y explicar estos números, desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe subrayan la “complejidad” y “dificultad” en contrarrestar una “conflictividad latente” en muchos sectores de la sociedad.
Matías Drivet, secretario de Seguridad de la provincia, aseguró a Clarín que las estadísticas muestran que en su mayoría los homicidios se producen en “manifestaciones violentas” en las que se utilizan armas de fuego para dirimir conflictos.
En tal sentido, Drivet aclaró que hoy en las grandes urbes de la provincia, como el Gran Rosario y la ciudad de Santa Fe, existe un “terreno muy propicio” entre los sectores más vulnerables para el accionar de “economías delictivas” como el narcotráfico . “Estamos frente a una realidad tan cruda como compleja”, concluyó.