Los trabajadores de la empresa "Dulce Carola", que produce ropa interior femenina, denunciaron este domingo que una patota ingresó a la planta fabril y agredió a golpes a los trabajadores.
Agregaron que "esta mañana un grupo de matones ingresó a la planta y agredió a los obreros".
El hecho se produjo alrededor de la 9 horas, cuando "una patota integrada por 12 personas, enviada por la empresa Dulce Carola, ingresó por la fuerza a la planta fabril ubicada en Remedios de Escalada de San Martín 2454 del barrio de Villa Mitre de la Ciudad de Buenos Aires".
"En la mañana del domingo volvieron, pero no para pagar las remuneraciones adeudadas ni el aguinaldo, ni a encontrar una instancia de negociación con los asalariados que pudiera resolver el conflicto que va a cumplir dos meses, sino a los golpes, para amedrentar a los trabajadores", afirmaron.
Agregaron que "una vez que lograron forzar la puerta de entrada, ya en el interior, la patota conducida por Liliana Noemí Romero, apoderada de la patronal, y Adrián Corvalán, supuesto abogado de la empresa, agredieron físicamente a los trabajadores de Dulce Carola, Rodolfo Cardozo y Néstor Ponce, quienes se encontraban en la planta baja del edificio".
"Otras trabajadoras que se hallaban dentro de la fábrica textil recibieron amenazas verbales de Romero y Corvalán, mientras la patota, al mejor estilo de la secta del gatillo y la picana, agredían a las obreras a golpes de puño al tiempo que les sacaban por la fuerza sus respectivos celulares para impedir que efectuaran comunicaciones con el exterior de la planta", señalaron.
Al respecto, indicaron que "los trabajadores permanecían secuestrados en su propio lugar de trabajo. En ese momento, Cardozo y Ponce yacían heridos e inmóviles tirados en el piso cerca de la puerta de entrada".
"Cardozo sufrió heridas cortantes en su boca y rostro, y Ponce tuvo que ser internado en el Hospital Álvarez del barrio porteño de Flores con diagnóstico de fisura de costilla, resultado de las patadas que recibieron", agregaron.
Trabajadores que llegaban a la fábrica, al ver impedido su ingreso por desconocidos, dieron aviso a la Policía Federal, que envió un patrullero.
Ante la llegada del móvil policial, la patota se retiró del lugar, aunque dentro de la planta permanecían Liliana Noemí Romero y Adrián Corvalán, reseñaron los obreros agredidos.
Para ese entonces, se hicieron presentes Eduardo Montes y Hugo Fucek, de la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas; Raúl Santillán, de la Comisión Gremial del Sindicato de Cortadores y el abogado del Ministerio de Trabajo de la Nación Luis Palmeiro, quien al invocar su condición de letrado pudo ingresar a una agitada negociación donde se garantizó que Romero y Corvalán se retiraran de la planta sin llevarse documentación ni bienes algunos, informaron.
A media mañana, un grupo de trabajadores radicaron la denuncia por agresiones en la Comisaría 41° de la Policía Federal, ubicada a la vuelta de la fábrica.
Pasado el mediodía, los trabajadores de Dulce Carola comenzaban una asamblea dentro de la empresa junto a los representantes de la UPEA, el Sindicato de Cortadores y el abogado del Ministerio de Trabajo.