En la misma línea también hizo un descargo contra Alejandra Bonafini, hija de la dirigente, quien en carácter de empleada del Ministerio de Desarrollo Social, gestionó la mayoría de los subsidios que recibían del Estado, confirmaron fuentes judiciales a Online-911.
La declaración se dio en el marco de la causa en la que se investiga el presunto desvío de subsidios estatales con fines privados.
Durante cuatro horas de declaración Schoklender dijo que las decisiones las tomaba Hebe de Bonafini como presidenta del Consejo de Administración, y que a su parecer la “única irregularidad” que pudo haber en todo el proceso fue por la intervención de Alejandra como gestora de la mayoría de los subsidios que recibía la entidad en el marco del programa “Sueños Compartidos”.
Sobre Alejandra Bonafini, quien está citada para ser indagada mañana, Schoklender sostuvo que ella era contratada en la Fundación por decisión de Hebe, y que además tenía un “sueldo alto”.
Ante el juez Norberto Oyarbide, Schoklender negó que haya habido una “organización delictiva”.
Además, se encargó de defender el proyecto de obras ejecutado desde las madres al afirmar que fue una de las “más dignas de trabajo, generado puesto de trabajo, viviendas, y mejores condiciones de vida para la población de sectores marginales”.
En ese sentido aseguró que no hubo desvío de fondos como se le imputa y que el dinero lo recibía la entidad una vez que estaban finalizadas las obras, algo que dijo su hermano Pablo la semana pasada al ser indagado.
Sin embargo el acusado reconoció que dentro de la entidad tuvo un rol de liderazgo pero que esa función cesaba o se sometía a lo que se disponía desde el Consejo de Administración de la Fundación, presidido de Hebe de Bonafini.
Tras su declaración, Schoklender volvió al penal de Ezeiza donde está detenido bajo custodia judicial.