Conductores rehenes
de “Cuidacoches”
Por: Jorge Díaz
El tema de los trapitos en
Rosario en un problema sin resolverse y mientra tanto los funcionarios no asuman el compromiso de
tomar una decisión firme, estos hechos seguirán ocurriendo. Maltratos hacia los
ocupantes de los vehículos, sufrir agresiones de tipo; físicas, verbal y
material sobre el vehiculo. Roturas de ventanillas laterales, espejos, focos de
luces, accesorios, y las típicas rayaduras. Total el espacio público son de
ellos, nadie los controla, tienen el poder del espacio.
Las calles de Rosario, hace tiempo que dejó de ser pública, hoy son de los cuidacoches. Donde proliferan las bandas organizadas, varias ligadas al narcotráfico, los barrabravas apoderándose de las adyacencias de los estadios de futbol y quedan los pocos los que cuidan por tan solo algunas monedas, que casi no se los ve porque son expulsados por la fuerza para ocupar su lugar.
Las calles de Rosario, hace tiempo que dejó de ser pública, hoy son de los cuidacoches. Donde proliferan las bandas organizadas, varias ligadas al narcotráfico, los barrabravas apoderándose de las adyacencias de los estadios de futbol y quedan los pocos los que cuidan por tan solo algunas monedas, que casi no se los ve porque son expulsados por la fuerza para ocupar su lugar.
Anoche, aproximadamente a
las 22.00Hs, ocurrió uno de los tantos hechos, escasamente denunciados, en
Sarmiento y Pasco en La Plaza de la Libertad, cuyo conductor de
nombre Simón se negó a pagar. Los “cuidacohes” al recibir la negación del
ciudadano le rayaron con una llave todo el capot de su auto Chevrolet Corsa mientras era amenazado.
La victima lejos de amedrentarse
realizó la denuncia y los sujetos fueron trasladados a la comisaría 5ª , siendo
identificados como Claudio M. de 30 y Juan M. de 31 años.
En los alrededores del XXX
Encuentro de Colectividades les esta dejando un negocio jugoso a este submundo
que tiene la ciudad donde se recaudan por noches, per capita un promedio de 4
mil pesos diarios incluyendo el lavado, sin contabilizar la venta de estupefacientes, cuyos narcos
han instalado estratégicamente en estos lugares sus deliverys.
Ya forman parte de la fisonomía
de nuestra, se los puede ver en los sectores de hospitales, cuyos médicos,
personal y pacientes quedan de rehenes por estos individuos, tal es el caso
denunciado en la zona del Hospital Alberdi donde negocian con los médicos para “cuidarle”
su vehiculo a cambio de ansiolíticos
u otros productos. También están en los espacios verdes, grandes avenidas, el
centro, los barrios con centros comerciales a cielo abierto, shoppings, espectáculos
musicales, boliches, restaurant, en cualquier lugar, donde allá una calle con
varios vehículos estacionados, están. Esto es un negocio millonario comandadas
por bandas organizadas y no están dispuestos a perder.